Nuestra niñez sin duda se vio atravesada por este simpático personaje de los años 80, quien con sus ocurrencias y travesuras supo como cautivar a varias generaciones. Años después se conocen los detalles sobre esta divertida serie de televisión, enterate de todo a continuación.
Alf, el famoso extraterrestre del planeta Melmac que amaba meterse en problemas y comer gatos, alegró durante años la pantalla chica. Sus aventuras y curioso aspecto despertaron en la teleaudiencia la curiosidad por saber que o quien ocupaba aquel traje de similar apariencia a la de un oso hormiguero.
La serie contaba la historia de este peculiar personaje, quien como su nombre lo indica (A.L.F. significaba «Alien Life Form«, forma de vida alienígena), provenia de un planeta extraño y había llegado a la Tierra con la intención de habitarla. Junto a la familia Turner, compuesta por los padres Willie y Kate, y los hijos Lynn y Brian, Alf encontró un hogar. Pero todo no era color de rosa, ya que sus intentos por adaptarse a las costumbres humanas siempre terminaban mal, causando más de un dolor de cabeza a Los Turner.
La serie en Estados Unidos en 1987, pero tuvo su mayor gloria con sus repeticiones en España y países de Latinoamérica. «No hay problema», su frase célebre, es hasta el día de hoy recordada por las generaciones de niños que pasaban todas las tardes frente al televisor.
La producción contó en su momento, que se trataba de un producto difícil de realizar, puesto a las largas jornadas de filmación sumado a las limitaciones técnicas. Sin embargo, lo que siempre fue un total misterio, y que además generó miles de mitos al respecto, era que o quién ocupaba el rol del personaje principal. Lo cierto es que se trataba de una marioneta manejada por varios ayudantes que movían las partes del cuerpo del muñeco para darle vida. Esa es la razón por la cual este aclamado personaje siempre aparecía sentado, o sólo mostraba la parte superior de su figura, o los pies, y casi nunca aparecía de cuerpo completo.
Algunos como yo recordarán sin embargo, que a veces se veía la anatomía completa del extraterrestre: para estas tomas contrataban a un actor húngaro llamado Mihaly «Michu» Meszaros, que se destacaba por medir 83 centímetros y que tenía un traje especial para hacer de ALF. Claro que no podía estar mucho tiempo dentro porque el exceso de pelaje, telas y dispositivos para los movimientos de la cara y las orejas, lo sofocaban. Este recurso se usaba para hacer, por ejemplo, tomas de fotografías familiares.
Otros humanos se ocupaban de llevar este divertido personaje adelante: Paul Fusco era el principal titiritero, utilizaba una mano para controlar la boca de ALF y la otra para uno de sus brazos. Lisa Buckley manejaba el otro brazo, y Bob Farppiano controlaba los movimientos faciales y de orejas con un control remoto. Los tres trabajaron en conjunto para hacer los movimientos del personaje creíbles y fluidos. En su versión original, su voz la realizaba Paul Fusco, y sus traducciones al español las hacía el actor Gonzálo Henríquez Albornoz.
