Los Millonarios ganaban cómodamente con un gol de Balanta, pero en el segundo tiempo se relajaron y Rengifo puso el 1 a 1 para el conjunto peruano, dejando al equipo de Gallardo último en su grupo.
La imagen del comienzo exhibió a dos equipos desinhibidos, con intención de atacar. Pero en ese contexto, el visitante pareció acomodarse mejor a ese terreno de césped sintético del Elías Aguirre que tantos comentarios originó en la previa.
Sin hacer nada extraordinario pero con el simple argumento de avanzar por las bandas, el conjunto de Gallardo desnudó las falencias de un limitado par peruano.
Es cierto, a River le costó generar situaciones claras pero en cada arranque había sensación de peligro, sobre todo cuando Rodrigo Mora tomaba el balón y encaraba hacia el fondo.
Ese vértigo que el Millonario quiso imprimirle a cada avance le jugó en contra: casi no pudo ponerse cara a cara con el arquero peruano Pedro Gallese, pese a las grietas que ofrecía la zaga local.
Entonces, la apertura del tanteador llegó de la manera que también podía arribar; mediante la pelota parada. A los 21m., Pisculichi ejecutó un tiro libre, Jonatan Maidana ganó de cabeza en el área y Alvarez Balanta, también con un frentazo, aseguró la ventaja.
De allí hasta el cierre de la etapa inicial, el conjunto de Núñez pudo haber marcado algún tanto más si hubiese gozado de una mayor precisión en los metros finales.
En la segunda parte, el técnico Roberto Mosquera metió una variante, ubicó a Benjamín Ubierna en el medio y modificó el sistema táctico: 4-2-3-1.
Con ese ingreso, más el de Hernán Rengifo, el modesto Juan Aurich mejoró en el traslado e inquietó ligeramente a Barovero. Pero sin provocarle zozobras a una última línea que parecía firme. Parecía solamente.
Con un cansancio a cuestas que obligaba a dosificar esfuerzos, River empezó a sentirse cómodo defendiendo cerca de su área. Y eso le fue fatal.
A los 21m., después de que el árbitro paraguayo Julio Quintana ignorara un penal que le cometieron a Pisculichi, el equipo peruano llegó al empate. Se equivocó Kranevitter en una cobertura, Vangioni quedó enganchado, el panameño Luis Tejada (el mejor de su equipo) metió la estocada y Rengifo apareció por izquierda para someter a Barovero y decretar el 1-1.
Tras la conquista local, los miedos invadieron a un River, que intentó recomponer la línea con las entradas de Mayada y Gonzalo ‘Pity’ Martínez. Pero la necesidad de ir hacia adelante para conseguir el triunfo lo expuso al elenco ‘millonario’.
El once de Gallardo no tuvo casi chances para desnivelar, a excepción de un remate cruzado de Ariel Rojas. Y Juan Aurich se animó en el segundo tiempo a hacer lo que no había realizado en los 45m. iniciales, cuando pareció un equipo amateur de un campeonato interfábricas.
River no pudo ganar y su situación en el grupo quedó comprometida, con apenas 2 puntos sobre 9 posibles. Sin embargo, el atenuante radica en que todavía depende de si mismo para arribar a octavos de final. El jueves próximo en el estadio Monumental y ante el mismo rival de anoche está en condiciones de ratificar esa aspiración.
Fuente: Télam