Ocurrió cuando los jugadores millonarios salían a jugar el segundo tiempo de la revancha por los octavos de final. La decisión se tomó tras más de una hora de deliberaciones. Algunos futbolistas presentaron quemaduras de primer grado.
Varios jugadores de River Plate se vieron afectados por las emanaciones de gas pimienta que lanzaron desde la platea de Boca a la manga por donde salían a jugar el segundo tiempo, lo que derivó en un escándalo con conatos de agresión entre los técnicos Marcelo Gallardo y Rodolfo Arruabarrena y el ingreso del propio presidente “millonario”, Rodolfo D’Onofrio al campo de juego.
Los futbolistas que se vieron más afectados fueron Leonel Vangioni, Leonardo Ponzio, Ramiro Funes Mori, Gonzalo Martínez y Sebastián Driussi, que además de mostrar manchas amarillas en la piel, evidenciaban severas irritaciones en sus ojos.
“Es una vergüenza lo que está pasando. Mirá lo que nos hicieron. No hacía falta este ataque”, disparó Gallardo, que discutió con Arruabarrena, que a su vez pareció querer atacar al titular riverplatense.
“Acá hay que suspender el partido. No cabe otra. Vámonos a la mierda”, proponía a los gritos Fernando Cavenaghi, que ocupó esta noche el banco de suplentes.
Y mientras un dron que simulaba un “fantasma de la B” sobrevolaba la cancha, el árbitro Darío Herrera postulaba “una espera prudente” antes de tomar una decisión sobre la continuidad o suspensión del encuentro. Para lo único que no se podía esperar era para confirmar que el papelón estaba consumado.