En el AT&T Center de San Antonio la camiseta N° 20 pasó a la historia del club y de la NBA.
El conjunto texano venció a Cleveland por 116-110 en un partido que quedó al margen frente la ceremonia homenaje a Emanuel Ginóbili. El astro argentino quedó inmortalizado entre las glorias, no solo de San Antonio sino de la NBA. Hace 3 días en Miami se realizó el retiro del jersey N°1 de Chris Bosh, el compañero de LeBron James en los Heats, y ahora fue el turno del bahiense, que vió cuando su camiseta ’20’ se alzó en las alturas del AT&T Center de San Antonio y junto a la de Duncan y Bowen, entre otros.
La noche estuvo plagada de emociones, desde el himno, las palabras de sus amigos, hasta el momento en que fue descubierta su camiseta sobre los cielos del AT&T Center, donde quedará por toda la eternidad.
En 2002 arribó a San Antonio y el 29 de octubre de ese año hizo su debut frente a Los Ángeles Lakers. Pero el 27 de agosto de 2018, luego de 16 años en los Spurs, puso fin a su carrera profesional con 40 años y 270 días, siendo el 12° jugador más viejo en retirarse de la NBA. El zurdo de Bahía Blanca cosechó una de las carreras más gloriosas en la historia del deporte argentino, siendo para muchos el mejor de todos los tiempos. Esta noche, al término de San Antonio-Cleveland, su remera número 20 quedará guardada entre las leyendas del básquet mundial.
El deportista argentino consiguió número desorbitantes jugando para los Spurs, con 4 anillos en su haber (2003-2005-2007-2014). Dentro de la temporada regular llegó a los 1459 triples (1°) y 1392 robos (1°), 14043 anotaciones (5°), 3380 libres (3°), 3697 rebotes (5°), 4001 asistencias (4°), 26859 minutos jugados (5°), 1057 partidos jugados (3°), en la historia de la franquicia. Junto a Popovich forman la pareja entrenador-jugador con más triunfos en playoffs con 135 victorias. Es parte del trío más ganador en la historia de la NBA con Tim Duncan y Tony Parker. Además, es el único jugador en ganar una medalla de oro olímpica, una Euroliga y un anillo de la NBA.
Entre tantas palabras, su amigo Fabricio Oberto contó cómo Ginóbili lo ayudó en uno de los momentos más importantes de su vida “Cuando me tocó ir un cardiólogo, lo primero que pensé fue en llevar a Manu conmigo, porque sabía que después de la segunda pregunta, me iba a quedar sin preguntas, ¿y quién iba a hacer 15 preguntas? Él. Habló más él con el médico que yo. Soy un agradecido de Manu”, dijo, ante la ovación del público.
Otro que quiso dedicarle un momento al bahiense fue Luis Scola que narró otra anécdota del Nº20. “Fuimos a la gala a beneficio de su fundación y se subastaba la camiseta que había usado en el All Star. Empecé a pujar mano a mano con otra persona, el precio se había ido alto, y Manu la cortó se lo dio a la otra persona. Me quedé mal, porque quería la camiseta. Dos semanas después me dio una copia”.
Pero no fueron los únicos, ya que el resto de sus compañeros de selección pasaron a contar sus historias sobre Ginóbili.
Alejandro Montecchia. “La gente cree que Manu, con esas manos capaces de dar asistencias milimétricas o de agarrar un murciélago volando, es perfecto; pero no es así. Un día, cuando estábamos en Italia, me pide un cortaplumas. Le digo: ‘Mirá que es filoso’. Lo agarra y… Se corta el dedo, a los 10 días me lo vuelve a pedir. Le digo: ‘Manu, cuidado’. Pero otra vez se cortó y quedó sangrando. Al tiempo me lo volvió a pedir, pero le dije ‘no, Manu, te vas a cortar el dedo'”, concluyó, divertido.
Pablo Prigioni. “Manu lideraba de muchas maneras. Hablando, o dando el ejemplo. En un entrenamiento previo a un torneo con la Selección, empezaba la práctica, y Nocioni y Delfino se tenían que pasar la pelota, pero no se entendían y empezaron a pelearse. Se trasladó el enojo al siguiente ejercicio. Manu se cansó y dijo: ‘Esto se termina acá, se callan los dos y basta’. Hubo un silencio terrible, ellos agacharon la cabeza. Eso marca el respeto que le teníamos”.
Andrés Nocioni. “Ustedes lo quieren a Manu porque no lo conocen y no saben cómo se comporta en la habitación. Es un desordenado total, me hizo la vida imposible en Río (Juegos Olímpicos 2016); lo quieren porque no lo tuvieron en la habitación”.
Pepe Sánchez y Gabriel Fernández compartieron historia. Y confesaron el apodo oculto que le pusieron a Ginóbili: “el elegido”. “En uno de los tantos vuelos, el avión se empieza a mover, turbulencia, se mueve cada vez más. Había miedo, estábamos asustados. En ese momento lo miro a Pepe y le digo: ‘Esto se cae’. Y él me dice: ‘No Gaby, tranquilo, está Manu en el avión'”, detalló Fernández. Sánchez completó: “En la cancha, cuando no sabíamos adónde ir, nos mirábamos y decíamos: ‘Está Manu'”.
Paenza cerró una frase que dio pie a los aplausos de todo el estadio: “Argentina ha incorporado dos ciudades: Nápoles por Maradona y Barcelona por Messi. Ahora suma a San Antonio, por Manu Ginóbili. Gracias”.
LA PALABRA DE TONY PARKER
“Yo no me hubiera convertido en el jugador en el que me convertí, si no hubiera estado al lado tuyo, si no me hubieras enseñado a competir. ¿Cuántas superestrellas salen desde la banca? Tu humildad siempre nos sirvió de inspiración. Fue un honor jugar contigo”.
GREGG POPOVICH HABLA DE MANU
“Le dije a Duncan, tenemos un jugador que viene, se ha hecho un buen trabajo encontrando este chico, tiene unas condiciones espectaculares, puede jugar. Manu llegó. Tenía lesión en el tobillo, no podía hacer mucho, recibimos a la mitad del jugador. Pero cuando regresó, en una semana, Duncan me dijo, ¿y éste quién es?”
“La Selección que ganó el oro olímpico fue uno de los equipos que mejor vi jugar en mi vida. Y yo era asistente en Estados Unidos, puedo hablar de ello”
“Manu es un ganador, aprendí a callarme y a disfrutar un rebote o un triple. En el equipo que teníamos uno se complementaba con el otro, si no hubiese sido así, no ganábamos los torneos. Y nada hubiese sucedido sin Manu. La decisión más importante en la historia de la franquicia fue cuando él aceptó ser suplente. Lo que más le importa, lo que más lo motiva, son esas 4 personas”, señaló el entrenador a su esposa y sus tres hijos.
TIM DUNCAN TAMBIÉN LE HABLÓ A SU AMIGO
El último fue Tim Duncan. Quién reveló que por desconocimiento le decían “Nanu”. “Año tras año me divertí contigo, con jugar a tu lado, ver la desesperación de Popovich y quejarse y convencerse de que estabas haciendo las cosas bien. Eras un visionario, veías las cosas antes de que sucedieran”.
EL DISCURSO DE MANU
“Mis expectativas pasaban por hacer una buena carrera en Europa, quizás, con el equipo nacional, pero en un abrir y cerrar de ojos, terminó mi carrera, gané campeonatos y tengo a estas leyendas a mi lado, que admiro. Me gustaría darles un apretón de manos a cada uno de ustedes”
“He sido muy afortunado. Quiero reconocer a los que me acompañaron en Argentina, muchas personas me guiaron. Nací en una ciudad que vive el básquet de una manera especial, nací en una familia que también respiraba básquet, uno no elige donde nace. Conocí a una hermosa, inteligente mujer a los 20 años, y me enamoré de ella. Y tuve suerte de que ella se enamorara de mí”
“Por ahí pueden pensar que no influyeron tanto en mi carrera porque la mayoría fue lejos de casa. Pero estando lejos sabía de los esfuerzos para ver los partidos, el hecho quedarse hasta las 3 de la mañana para ver los partidos cuando al otro día sonaba temprano el despertador; los gritos al televisor, los saltos en los sillones. Eso también me llegaba. Agradezco a los que están acá, que son muchos. Y a los que están en casa”, señaló.