Messi y la selección: Una relación que merece claudicarse con un título

La relación de la pulga con el Diego, cuando fue entrenador de la selección.

El astro del fútbol mundial, ha vivido momentos gloriosos con su club, el Barcelona, pero no ha podido festejar de la misma manera en sus participaciones con la albiceleste. Repasamos los torneos en los que Lio vistió la camiseta de la selección, previo a una nueva competición. Primera parte de dos entregas. 

Su historia arranca en el Sub-20, en el 2004, luego de rechazar la oferta para vestir y defender la camiseta de la selección española. Debutó en junio de ese año frente a Paraguay, en un amistoso, donde marcó un gol y brindó dos asistencias en la victoria por 8-0.

Primera competencia oficial, el sudamericano sub-20 del 2005, donde la selección clasificaría al mundial de Holanda, tras finalizar tercera en el hexagonal. Ya en los países bajos, en junio, la pulga no sería titular en el primer encuentro contra Estados Unidos, pero sí en todos los restantes. Con una sobresaliente actuación, llevó a lo más alto al conjunto nacional, recibió la bota de oro y el botín de oro como mejor jugador del Mundial. Con un doblete suyo en la final frente a Nigeria, Argentina se consagró campeón ganando el encuentro por 2-1.

Tras esta gran actuación del rosarino, José Pekerman, quién era el conductor de la mayor en ese momento, lo convocó para que hiciera su debut en un amistoso contra Hungría. Ingresó a los 63’ minutos, por Lisandro López, y tan sólo estaría en cancha 47 segundos tras la expulsión del árbitro alemán Markus Merk. El futbolista de 18 años, salió del campo de juego envuelto en lágrimas, golpeado por el fatídico estreno con la celeste y blanca.

Luego llegó su primer mundial, el del 2006, convirtiéndose en el jugador más joven en jugar un mundial. Hizo su debut en el segundo partido de la zona de grupo, frente a Serbia y Montenegro, con un gol y una asistencia. Estuvo como titular contra Holanda en el último partido de la primera fase e ingreso en los octavos de final ante México. En los cuartos de final, donde Argentina cayó por penales con Alemania, no ingreso al campo de juego.

José Pekerman dejó el seleccionado y llegaría el turno de Alfio Basile y la Copa América del 2007 en Venezuela. En el primer partido, contra Estados Unidos, brindó una asistencia a Hernán Crespo en la goleada por 4-1. En el segundo encuentro, ante Colombia, le cometieron el penal del 1-1 y participó del segundo gol de Riquelme, partido que culminaría con un triunfo por 4-2. El tercero ante Paraguay, ingresó a los 64’ por Javier Mascherano, con un resultado a favor por 1-0.

En cuartos de Final, los dirigidos por el Coco, golearon a Perú por 4-0, donde Lio marcó el segundo tanto tras un pase de Román. En semifinales, marcó un recordado gol ante México, de vaselina, consiguiendo la albiceleste una victoria por 3-0. “Sólo los genios son capaces de hacer un gol como el que hizo Messi. Había que cerrar el estadio”, fueron las palabras del entrenador argentino en su momento. Sin embargo, luego de un gran torneo, el conjunto nacional caería en la final frente a Brasil por 3-0.

En el 2008, tras no poder enderezar el rumbo en las eliminatorias, Basile daría un paso al costado el 16 de octubre, renunciando a su cargo y sería presentado en ese mismo mes, Diego Armando Maradona, como el nuevo técnico del seleccionado. En una ardua eliminatoria, Argentina clasificó de forma agónica al mundial de Sudáfrica 2010, siendo recordado el festejo del Diego de palomita, tras el gol de película del Loco Palermo a Perú, mientras caía una intensa lluvia en el Monumental, a los 47′ minutos del segundo tiempo.

En el mundial 2010, Argentina sorteó sin problemas la fase de grupos, donde no tuvo rivales de gran jerarquía, siendo Messi el conductor del equipo. Venció a Nigeria por 1-0 en el debut, a Corea del Sur por 4-1 con una impecable actuación del “10”, aunque no convirtió goles. Y en el tercer partido, superó a Grecia por 2-0, con goles de Demichelis y Palermo. En Octavos de Final, sacaron su boleto a cuartos tras derrotar a México por 3-1 con un doblete de Tevez y un tanto de Higuaín. Otra vez, Alemania sería el verdugo, una dura derrota por 4-0 dejó afuera a los dirigidos por Maradona. Ese fue el último partido que estuvo a cargo como entrenador, finalizando su vínculo el 27 de julio de ese año.

Lo más recordado es una anécdota entre Lio y el Diego, conocida por el relato de Fernando Signorini, preparador físico de ese entonces, publicada en su último libro “Fútbol llamado a la rebelión, la deshumanización del deporte”. Corría el mes de febrero del 2009, el seleccionado entrenaba en Marsella, previo a un amistoso frente a Francia. Luego de una práctica, Messi, Tevez y Mascherano, le piden al entrenador quedarse a patear tiros libres. El rosarino agarra el balón y desenfunda la zurda. La pelota termina lejos del arco defendido por Carrizo. Se iba a ir a las duchas y el profe Signorini lo detiene y le dice: “decime una cosa, ¿un jugador como vos se va a ir a duchar con esa porquería? Déjate de hinchas las bolas. Agarra una pelota y volve a intentar.

Maradona escuchaba todo. Fue y lo tomó del hombro, le dijo: “Leíto, Leíto, vení, papá. Vamos a hacerlo de vuelta.” Era como un profesor al alumno. Y agregó: “Pone la pelota acá y escúchame bien: no le saques tan rápido el pie a la pelota, porque sino ella no sabe lo que vos querés”. La pulga lo escuchó y la clavó al ángulo, haciéndose luego un especialista en esta faceta del juego, siguiendo al pie de la letra el consejo del Diego, logrando que la pelota vaya hacia donde él quiere. Hoy lleva convertidos 47 goles por esta vía (6 en la selección), estando a 12 de su profesor, el máximo anotador de toda la historia, Diego Armando Maradona.

Hasta aquí, la primera parte de la relación del crack argentino con la selección.