El escocés jugó una final fantástica y se impuso por 6-3 y 6-2. Fue su primer título de Masters 1000 sobre polvo de ladrillo. Con esta victoria se convierte en una gran amenaza para el torneo de París.
Andy Murray dio en la capital española una verdadera muestra del gran momento que atraviesa. El británico le dio un paseo a Rafael Nadal, el rey del polvo de ladrillo, y se adjudicó el Masters 1000 de Madrid (4.185.405 euros), uno de los grandes torneos antesala de Roland Garros, el Gran Slam parisino. Fue victoria por 6-3 y 6-2 para sumar su segundo título sobre arcilla en su carrera, después de haberse consagrado en Múnich hace apenas seis días. El español, actual número 4 del mundo, era el campeón defensor del torneo.
El británico comenzó agresivo en el juego y sacó rápidamente ventaja de 3-0 en el marcador. Nadal, de a poco se fue acomodando en el juego y estando 2-4 tuvo dos chances para quebrar el saque de Murray. Pero el escocés las levantó y llegó al 5-3 con el servicio para ganar. Allí, nuevamente Rafa contó con una oportunidad de descontar. No pudo ser. El número 3 del mundo siguió con agresividad y se llevó el parcial por 6-3.
En el segundo, el comienzo de Murray fue aún mejor que en el primero. Logró quebrar los dos primeros servicios de Nadal y se puso 4-0 arriba, casi liquidando la historia. Nadal no mostró reacción y finalmente el escocés terminó celebrando en casa ajena su segunda corona en menos de una semana. El lunes se había consagrado en Múnich, tras vencer en la final al alemán Kohlschreiber.
Murray, segundo favorito, había derrotado en semifinales al japonés Kei Nishikori (4°) por 6-3 y 6-4 y el español, tercero, le ganó 7-6 (7-3) y 6-1 al checo Tomas Berdych (6°). Rafa -que tiene ahora una ventaja de 15-6 en el historial de enfrentamientos con el británico, 6-1 en arcilla- no pudo alcanzar su 47° trofeo en esa superficie y el 28° en un Masters 1000.