Novak Djokovic conquistó hoy el tricampeonato en Wimbledon al derrotar a Roger Federer en una final de altísimo nivel tenístico y gran peso histórico. Número uno del mundo, el serbio se impuso 7-6 (7-1), 6-7 (10-12), 6-4 y 6-3 e igualó así a su entrenador, el alemán Boris Becker, que siguió con visibles nervios la final desde la tribuna.
Djokovic, de 28 años, sumó así su noveno título de Grand Slam y Federer sigue con 17. El suizo, que jugó su décima final en el court central más famoso del tenis mundial, no gana un grande desde julio de 2012 en Wimbledon. Salvo una breve interrupción de 15 minutos en el tercer set debido a unas pocas gotas de lluvia que cayeron sobre el All England, el partido se jugó sin interrupciones y sin cerrar el techo.
Federer abrió el choque ganando su saque en cero. Decidido y agresivo, obligó a Dkjokovic al contraataque, que no es algo precisamente que le disguste al serbio, aunque hoy podía ser peligroso. Se demostró en el sexto juego, cuando Federer lo quebró en cero y tomó ventaja de 4-2. El problema para el suizo fue que se entusiasmó, siguió pegando y pegando y Djokovic hizo de Djokovic: devolvió siempre una pelota más hasta recuperar la desventaja para sacar 3-4 y llegar a 4-4. Era la segunda vez que Federer perdía el servicio en todo el torneo.
“Come on!”, gritó el suizo a los 36′ de juego al fallar Djokovic un revés sacando 5-6 y 30-40. Era set point, pero el serbio lo salvó con un poderoso saque. Nuevo set point y otra vez el saque salvador. Tie break. Federer desapareció en ese momento decisivo: entregó el parcial por 7-1 para cerrar el tramo final del parcial con sólo un punto ganado de los últimos 11.
El punto de la victoria
Era un Federer “unplugged”, y siguió desenchufado un par de juegos más hasta que el partido volvió a ser eléctrico: el suizo cometió una doble falta y quedó 4-5 y set point abajo. Un error de derecha de Djokovic lo salvó, el serbio aplaudiría enseguida una stop volley del suizo y Federer lanzaría un alarido para celebrar el 5-5, porque seguía vivo.
Pareció sin embargo varias veces muerto en el notable tie break del segundo set, un “thriller” para ver y volver a ver. Djokovic se adelantó 6-3, Federer salvó el momento con tiros inverosímiles y lo mismo hizo en otras tres situaciones más. Fiel al guión de Stefan Edberg, su entrenador, se llevó el parcial tomando la red y definiendo con una volea de revés al otro lado en su segundo set point. Ese set agotaría las reservas tenísticas y físicas del suizo, que el mes próximo cumplirá 34 años.
El nivel de la final comenzó a descender en el tercer set. Federer cedió el saque en el tercer juego, abandonó junto a Djokovic la cancha en el 3-2 del serbio debido a la lluvia. Al regresar, la final ya había perdido tensión y sólo tenía un dueño. Federer no pudo recuperarse de ese quiebre, tampoco de otro para 3-2 en el cuarto set, y Djokovic definió el partido y la final con una derecha que encontró parado a un Federer ya vacío y sin piernas.