El argentino logró acceder a los cuartos de final del Master 1000, tras ganar sus dos encuentros del día, correspondientes a la jornada postergada de ayer.
En primera instancia, venció al español Albert Ramos-Viñolas (Q) por 7-6 (5) y 6-1 en 1h 32m. Y posteriormente en su duelo de octavos de final, derrotó al verdugo de Alexander Zverev, el italiano Matteo Berrettini, por 6-3 y 6-4 en 1h 36m. El argentino espera por su rival, que saldrá del cruce entre el alemán Jan-Lennard Struff y el japonés Kei Nishikori.
En el duelo de segunda ronda, “el peque” marcó una pequeña diferencia en el primer set logrando cuatro puntos más que su rival (40/76), llevándose el set en el desempate. La historia cambió en el segundo, la contundencia de Diego permitió que ganará 29 de los 43 puntos disputados y quebrando en tres ocasiones cerró el match sin dificultades.
En el choque por octavos, el punto distintivo estuvo en cómo cada jugador enfrentó los momentos críticos con su servicio. El 24 del mundo, salvó las dos chances con las que contó su rival y con un 33% de efectividad en las que dispuso (1/3), le alcanzó para ganar la primera manga.
En el segundo set, el tenista local pudo quebrar en una ocasión el servicio de su rival. Sin embargo, en un día perfecto para el tenista oriundo de Buenos Aires, consiguió subir su efectividad a un 67% e hilvanó dos quiebres, (2/3) sellando el primer nombre que se metió entre los ocho mejores del torneo.