Un fuerte sismo de magnitud 7,1 se sintió este martes en la capital mexicana. El alcalde afirmó que hay varias personas atrapadas bajo los escombros y cientos de heridos. Hay fugas de gas, no hay luz ni teléfono en la zona.
Un terremoto de magnitud 7,1 sacudió este martes el centro de México. Según fuentes oficiales, más de 300 personas han muerto a causa del seísmo. El alcalde de la capital mexicana ha afirmado que hay personas atrapadas bajo los escombros y cientos de heridos.
En el estado de Puebla, fue donde más se sintió y se registran al menos 26 víctimas fatales.
El sismo derrumbó al menos 40 edificios en distintas zonas de la Ciudad de México, ha habido cortes de electricidad y telefonía en las colonias Condesa, Del Valle, Narvarte, Centro, coyoacán y Xochimilco, entre otras, dejando a millones de mexicanos incomunicados y a oscuras.
El epicentro, registrado a las 13.14 horas locales (18.14 GMT), se localizó a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, en el central estado de Morelos, a una profundidad 57 kilómetros, según el Servicio Sismológico Nacional.
Los medios de comunicación locales muestran imágenes de construcciones parcialmente destruidas en las céntricas colonias de la Condesa, la Roma y la del Valle, así como fugas de gas e incendios en varias zonas de la capital del país. Las operaciones aéreas están suspendidas en el aeropuerto de Ciudad de México.
En Puebla se ha informado de la caída de las torres de la Iglesia de Cholula, según la agencia EFE. En el estado de Morelos también se han reportado daños, y el gobernador Graco Ramírez ha anunciado la activación de los servicios de emergencia.
El presidente del país, Enrique Peña Nieto, vuela de regreso a la capital y ha informado a través de Twitter de que ha convocado al Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación y coordinar las acciones.
El desastre se produjo exactamente 32 años después de un terremoto que dejó miles de víctimas. Este sismo se sintió con más fuerza que el del 7 de septiembre, de magnitud 8,2, dado que el epicentro está localizado a menor profundidad. El anterior, el más poderoso desde 1932 en México, causó 98 muertos en el sur del país: 78 en Oaxaca, 16 en Chiapas y cuatro en Tabasco.