La Secretaría de Energía, encabezada por María Tettamanti, confirmó los planes del Ejecutivo para privatizar el gasoducto Perito Moreno (ex Néstor Kirchner), que actualmente es parte de la estatal Enarsa. “No tengo ninguna duda de que eso tiene que ser una concesión privada”, afirmó Tettamanti, quien destacó que este proyecto se encontraba en la lista de privatizaciones de la Ley Bases y que “para hacerlo, primero hay que empezar a desprenderse de los negocios”.
El gasoducto es operado por la empresa Transformadora Gas del Sur (TGS), que presentó este lunes una iniciativa privada para ampliar su capacidad de transporte. La propuesta incluye una inversión de USD 500 millones, con el objetivo de aumentar el flujo de gas desde Vaca Muerta hasta Buenos Aires y la zona del Litoral, alcanzando una capacidad diaria de 21 millones de metros cúbicos. Según la Secretaría de Energía, esta ampliación permitiría un ahorro anual de USD 567 millones en importaciones de combustible y fortalecería el abastecimiento interno.
La obra también tiene un impacto estratégico: convertir a la Argentina en un proveedor clave de gas para Brasil. El proyecto fue declarado de interés público nacional a través del decreto 1060, publicado este lunes en el Boletín Oficial. Este paso era necesario para avanzar con la licitación del gasoducto, donde TGS competirá con otras empresas. “El Estado convocará la licitación y TGS competirá como una empresa más”, aclararon desde la Secretaría.
Tettamanti sostuvo que el Gobierno busca que “sea el sector privado el que amplíe el transporte”. Durante un evento organizado por el portal EcoJournal, explicó que con una tarifa estable y previsible para los empresarios, se generará interés entre los compradores, quienes decidirán qué capacidad adquirir en función de los costos. Este esquema de competencia es conocido como “open season”.
La privatización del gasoducto, considerado una pieza fundamental de infraestructura para el transporte de gas no convencional desde Vaca Muerta, marca un paso hacia la desestatización en el sector energético. Se espera que la licitación despierte interés en múltiples actores, ya que representa no solo un negocio rentable, sino también una oportunidad para potenciar el comercio energético con países vecinos como Brasil.