Para los analistas, los cambios serán inevitables y, como una onda expansiva, se terminarán haciendo sentir en nuestro país.
Inicia una nueva era en Brasil. Jair Bolsonaro ha sido elegido presidente con el 55,1% de votos en la segunda vuelta de las elecciones. Su triunfo abre un gran interrogante para la Argentina, sobre todo en relación a la agenda automotriz, agroindustrial y del segmento de servicios.
Gustavo Pérego, director en ABECEB y especialista en Brasil, destacó en diálogo con el diario Ámbito Financiero, en el caso del sector agroindustrial, el nuevo presidente buscará una estrategia alineada con el país, para abrirse al mundo”.
Para el protagonista, la relación estratégica con la Argentina y el bloque Mercosur “está como condición ‘sine qua non’ de la política futura del Brasil” y señaló que el país “le dará mucho dinamismo para negociar con terceros mercados y para profundizar la integración”.
El analista resaltó como un dato positivo la expectativa de crecimiento de Brasil para 2019, que es de superior al 2%, lo que da cuenta de que el proceso de salida de la recesión está bastante sólido. “Eso significará una mejora para nuestro intercambio comercial”, señaló.
Por otra parte, el futuro ministro de economía Paulo Guedes desató incertidumbre al afirmar que el Mercosur no será “prioridad” en la relación comercial bilateral con Argentina. El economista dijo que no serán “prisioneros de relaciones ideológicas” sino que harán “comercio” con todo el mundo. El embajador argentino en Brasil intentó luego llevar tranquilidad.
Lo que se esperaba en los papeles finalmente llegó: el ex militar ultraderechista Jair Bolsonaro se coronó presidente de Brasil, tras una contundente victoria al candidato del PT, Fernando Haddad, en el ballotage. Se trata de un cambio de rumbo tanto político y económico que afectara a la región, ya que Brasil es un actor estratégico en las relaciones comerciales latinoamericanas. El cambio de políticas comerciales ya fue anticipado por el futuro ministro de Economía de Bolsonaro, Paulo Guedes, quien fue contundente: “El Mercosur no será prioridad”.
Guedes aclaró que Bolsonaro “no romperá ninguna relación comercial”, pero calificó al bloque fundado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay como una “prisión cognitiva” porque impide comerciar unilateralmente con otras regiones. En esta línea, dijo en conferencia de prensa que no comerciarán solo con los países de Latinoamérica, sino que apuestan a “negociar con el mundo”.
Lo cierto que la agenda económica de Bolsonaro tendrá cuatro ejes principales: la reforma del sistema jubilatorio; el déficit fiscal; la reforma impositiva y el nuevo rol de las empresas estatales.