Hace apenas unas semanas que se reportó el primer caso histórico de la enfermedad en el ganado bovino ocurrido en la Provincia de Córdoba, en la localidad norteña de San José de la Dormida.
Las autoridades sanitarias y provinciales ya tomaron cartas en el asunto debido al riesgo que trae sobre el ganado y los daños económicos que pueden derivar del mismo.
¿Qué es la rabia paresiante?
Es una enfermedad epidémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos, a los equinos, con menor frecuencia a otras especies domésticas, al hombre y a algunos animales silvestres.
La rabia paresiante es una enfermedad de denuncia obligatoria, tanto para los productores como para los veterinarios.

Aunque la dispersión del virus rábico a los tejidos periféricos del bovino no es abundante, el contacto con bovinos rabiosos implica riesgo de contagio para el hombre. Los contactos con bovinos rabiosos ocurren principalmente cuando se intenta medicarlos por vía oral o cuando se piensa que la disfagia que se observa en la mayoría de esos animales es consecuencia de una obstrucción alimentaria del esófago y se intenta la desobstrucción manual. También, cuando se faenan animales rabiosos o que están incubando rabia, y en las prácticas de manejo con esos animales.
Entre los carnívoros domésticos de la Argentina, hasta el momento no se han observado casos producidos por el virus rábico que transmite el vampiro; no obstante, se debe mantener una estrecha vigilancia pues, tanto el perro como el gato, depredan a los vampiros y a otros murciélagos.
Su área endémica abarca la totalidad de las provincias de Misiones, Chaco y Formosa y parte de las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Santa Fe y Corrientes.
Estrategia del programa
• Vigilancia epidemiológica
• Control del vampiro (Desmodus rotundus)
La vigilancia epidemiológica realiza el seguimiento y registro de los brotes de rabia en el ganado. Además, y en forma permanente, realiza el estudio de aspectos epidemiológicos, poblacionales y ecológicos del vampiro, y la búsqueda de nuevas formas para controlarlo.
Características del vector: Desmodus rotundus:

El pelaje es corto, brillante y áspero, de color castaño pardusco, a veces anaranjado en el dorso.
Se alimenta exclusivamente de sangre de vertebrados (hematófago). Ataca al ganado y a ungulados salvajes, muy raramente a los perros y al hombre. Además se ha observado que se alimentan de la sangre de gallinas.
La longitud del cuerpo con la cabeza alcanza entre 6,8 y 9,3 cm de longitud, el pie 1,3 a 2 cm, la oreja 1,5 a 2 cm y la longitud del antebrazo de 5,3 a 6,5 cm; carece de cola. Pesa entre 19 y 43 gramos.
Es de hábitos nocturnos. Durante el día se refugia dentro de troncos huecos o cuevas, en grupos de 40 a 70 o a veces cientos de individuos, multiplicándose durante todo el año cerca de campos ganaderos.
Presenta diversas adaptaciones morfológicas a su alimentición hematófaga, como son un hocico aplastado, dientes especializados y capacidad de desplazamiento cuadrúpedo apoyándose sobre el antebrazo de las alas replegadas.
Su dentadura comprende 24 piezas, con dos incisivos muy grandes, que le sirven para abrir superficialmente la piel de su fuente de alimento. El vampiro se limita a lamer la pequeña herida, que hizo con sus dientes, para extraer la sangre que no deja de manar, debido a que su saliva posee un anticoagulante.
La sangre consumida por este vampiro rara vez daña al animal afectado, pues suelen tomar unos 25 ml en media hora, aunque suelen acudir cada noche a alimentarse de la misma víctima, pues si pasan 48 horas sin comer mueren de inanición; curiosamente es un animal que comparte habitualmente el alimento con otros compañeros incapaces de conseguir alimento, mediante la regurgitación de sangre. Se ha registrado que un ejemplar en cautividad puede llegar a tomar cerca de 26 litros de sangre al año..
Como la cantidad de sangre que cada noche extrae el vampiro es pequeña, el mayor peligro inmediato se encuentra en que puede transmitir el virus de la rabia. Desmodus rotundus es un peligro para la ganadería, ya que con ataques persistentes puede llevar a la muerte al ganado.
El control del vampiro se lleva a cabo únicamente por personal entrenado:
• En los refugios
• Frente a los refugios
• En corrales
Diagnóstico
El diagnóstico de la rabia comprende dos etapas complementarias. La primera, corresponde al diagnóstico presuntivo o sospecha de la enfermedad efectuada por el veterinario en el campo, y la segunda, al diagnóstico de laboratorio con el que se confirma o se descarta la enfermedad.
Cinco laboratorios ubicados dentro del área endémica, en la ciudad de Candelaria, provincia de Misiones; ciudad de Salta; ciudad de Corrientes; ciudad de Tucumán, y ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, además de la Dirección General de Labo¬ratorios y Control Técnico (Dilab), en Martínez, provincia de Buenos Aires y el Instituto Pasteur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son los principales encargados de los diagnósticos.
Recomendaciones del Programa de Rabia Paresiante:
• Indicar a los productores, ubicados dentro del área endémica, la obligatoriedad de vacunar todo el ganado de sus establecimientos durante el transcurso de un brote de rabia en su área o en la vecindad, (en cada caso, la extensión del área de vacunación obligatoria será determinada por el Senasa). La vacunación puede ser realizada por el productor y debe efectuarse con vacunas aprobadas por el Senasa, revacunando los primo-vacunados entre los 30 y 60 días posteriores a la primera dosis. La totalidad del ganado se debería revacunar al año.
• Registrar la vacunación ante el Senasa.
• Denunciar la presencia de animales con sintomatología nerviosa.
• Solo los veterinarios extraen y envían material para diagnóstico, sin delegar a terceros la toma de muestras.
• Enterrar o incinerar los cadáveres.
• Avisar, ante el Senasa, posibles refugios. De ser confirmado el refugio de vampiros, se georreferenciará y se comunicará al Programa de Rabia.
Actualidad
El próximo miércoles 26 se llevará adelante la primera reunión de 2014 de la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa), coordinada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos, a través de la Secretaría de Ganadería.
En el encuentro, uno de los principales temas que se abordará será el de los casos de rabia paresiante en el norte provincial. Cabe recordar que en la Coprosa participa de manera permanente el Senasa, organismo nacional que es autoridad de aplicación en este tipo de problemática.
Al respecto, apenas se conoció el primer caso hace un par de semanas, la cartera agropecuaria estuvo presente en la convocatoria organizada por el Senasa en la localidad de San José de la Dormida, donde se analizó el tema. El propio Senasa tomó muestras que luego fueron enviadas a Buenos Aires para el diagnóstico preciso.
Una de las medidas que ya se están desarrollando, es una campaña de vacunación en las razas bovina, caprina, ovina y porcina, en los lugares donde se detectaron los focos. Esta tarea, que llevan adelante los productores pecuarios, se desarrolla también con un activo trabajo de la Sociedad Rural de Jesús María. Se recomienda además la vacunación en todos los establecimientos de la zona y se les pide a los productores que permanezcan alertas.
Fuente: Gobierno de Córdoba y SENASA