Los ganaderos irlandeses volvieron a atacar la producción cárnica del Mercosur y se niegan a un acuerdo entre la UE y el mayor bloque productor de carne.
La determinación del presidente de la Comisión Europea, Manuel Barroso, de concluir el acuerdo comercial entre ambos bloques antes de que deje el cargo, representa una amenaza para los ganaderos irlandeses, aseguró el miembro del parlamento Europeo, la irlandesa Marian Harkin.
“Nadie debería tener ilusiones cuando los poderosos intereses industriales están haciendo un lobby pesado por un acuerdo entre la UE y el Mercosur, que representará un mayor acceso de productos agrícolas a Europa”, dijo la política.
Las exportaciones de carne bovina de Irlanda, que son vitales, “serían diezmadas ante cualquier concesión que permita cortes de alto valor de carne bovina en los países de la Unión Europea”, sostuvo Harkin.
Según publicó Beefpoint, fuentes de Bruselas sugirieron que la oferta para plantearle al Mercosur podría estar lista a fin de mes.
La Asociación de productores Rurales de Irlanda está pidiendo a su gobierno que intervenga para evitar una concesión de ingreso de carne que los perjudique.
Fuente: fyo.com
Conclusión
La situación en el comercio mundial, nos demuestra que Argentina y los países del Mercosur, ni siquiera pueden celebrar los beneficios del libre comercio que tanto se “promulgó” históricamente desde el Reino Unido. Los estados sudamericanos son un bloque fuertemente dependiente de la exportación de manufacturas de origen primario, es decir “industria liviana”. Por lo tanto ésta acción proveniente de uno de los integrantes del Reino Unido, es una muestra más de lo desprotegido y lo endeble que se encuentra el Mercosur, ante las políticas proteccionistas. Esta situación debe ser evaluada con la seriedad y autoridad correspondiente. Lo que está en juego no es solamente una mera “partida de carne” a Europa, sino la soberanía económica de los países que sistemáticamente son perjudicados por un modelo de opulencia internacional, que genera cada vez mayor desigualdad.
Cuando, no hay aftosa y otras excusas arancelarias, directamente son viscerales las acciones ejecutivas para poner trabas al “libre comercio”. Evidentemente los dueños del mundo siguen jugando con Sudamérica, y por estas latitudes, seguimos acatando órdenes como “mansas ovejitas”. La única salida para hacer un poquito de “viento en contra”, a tales desatinos, es poder fortalecer los vínculos del Mercosur, de una forma verdadera, pragmática y que no sean meros discursos demagógicos de los representantes de los Estados miembros. ¿Serán capaces de entender ésto y actuar en conformidad, los presidentes del Mercosur? o seguirán acentuando las diferencias inter-bloque, haciéndoles creer a sus ciudadanos “falsas hermandades”, que luego no tienen correlato alguno con la realidad?