La Pampa no puede ingresar carne sin hueso a Río Negro, por una traba “sanitaria”. Mientras Argentina hace gala de la calidad del producto en el mundo, e intenta conquistar mercados internacionales, no hay reglas equitativas a nivel nacional.
Al respecto, el poder ejecutivo Nacional se muestra indiferente, ante un litigio de larga data, y de interés público.
La pregunta que se deslinda casi de manera imperante es:
¿Con que autoridad ética puede el gobierno nacional reclamar que se destraben algunos mercados internacionales que frenan el ingreso de productos alimenticios argentinos (arbitrariamente) de calidad e inocuidad comprobada, si existen trabas injustificables, dentro de las provincias del misma bandera?
El agravante es que se trata de provincias que están comprendidas dentro de la región Patagónica, y se asume de antemano, que deberían estar regidas por acuerdos políticos, económicos y sociales totalmente ecuánimes.
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Los reclamos reiterados y públicos de la provincia afectada
En medio de los reiterados pedidos del gobierno de La Pampa para levantar la barrera sanitaria al sur del río Colorado, el vicepresidente del Senado Nacional, Juan Carlos Marino, se adhirió al reclamo y pidió que se habilite a la provincia a vender carne sin hueso en la zona.
“La libre comercialización tiene que existir porque así lo dice nuestra propia Constitución. Es razonable. Tenemos que trabajar todos para que eso ocurra, porque con el mismo criterio un día podríamos decir no traigamos más adobones desde Mendoza’, por ejemplo… No es así…”, expresó Marino, tras reunirse con el gobernador provincial, Carlos Verna.
En coincidencia con Verna, Marino destacó la necesidad de crear “una mesa en la que estemos todos debatiendo políticas públicas para La Pampa que permitan darle valor agregado a la producción”. “Somos una provincia en la que se produce de todo, cereales, carnes, oleaginosas, madera, miel, petróleo, lácteos, lo que se nos ocurra…”, dijo.
“El desafío es poner valor agregado a todo eso para generar puestos de trabajo genuino, para que los jóvenes de los pueblos tengan trabajo real, porque durante los años del kirchnerismo le quisieron hacer creer a la gente que el Estado tiene que generar los puestos de trabajo y eso no es así. Los empleadores tienen que ser del sector privado y el Estado acompañarlos con financiamiento, con créditos, o con políticas públicas”, sostuvo el funcionario.
Fuente: www.infocampo.com.ar