Leones, ciudad cordobesa situada 244 kilómetros al sudeste de Córdoba capital, llovieron más de 170 milímetros entre la madrugada y el mediodía de este miércoles. Unas 40 personas debieron ser evacuadas de los barrios más afectados de la localidad.
“Hace poco se hicieron canales, pero no aguantaron”, aseguró un bombero de Leones. Llovieron 175 milímetros entre la madrugada y el mediodía de ayer. Unas 40 personas debieron evacuarse en los barrios más afectados de Leones. Fueron alojados en una escuela o derivados al hospital.
“La situación ahora está controlada”, aseguró ayer por la tarde el bombero Alejandro Sigifredo.
La lluvia comenzó a las 3.30, con un registro de 84 milímetros que parecía manejable. A las dos horas volvió a llover otro tanto y todo se complicó. “La zona afectada es un 10 por ciento de la ciudad”, explicaron en el cuartel de bomberos.
El municipio formó una comisión de crisis y con Recursos Hídricos de la Provincia se dispuso levantar un muro para impedir el ingreso de más agua al barrio La Fortuna, al tiempo que se drenaba el sector con una bomba arrocera.
En tanto durante la mañana del miércoles la intensa lluvia afectó también la localidad de Justiniano Posse, cuyo registro alcanzó los 110 mm, causando anegamiento de calles, aunque hasta el momento no hay evacuados.
Los vecinos de ese sector revivieron las postales que les dejó una inundación similar casi exactamente nueve años atrás, cuando el 23 de enero de 2010 quedaron bajo el agua. Aquella vez llovieron 180 milímetros en cinco horas, y el agua trepó hasta la altura de la cintura.
La Municipalidad puso en funcionamiento una bomba arrocera sobre la ruta provincial 6 para trasvasar el agua hacia la otra banquina. La Circunvalación llegó a cubrirse en media calzada.
La localidad sufrió también fuertes ráfagas de vientos que provocaron la caída de árboles y la voladura de techos de viviendas.
En Noetinger, en tanto, llovieron 90 milímetros y fue el tercero de los puntos más afectados en el sudeste.
En la misma región, hubo lluvias mucho más tenues en otras localidades: Monte Buey midió 28 milímetros e Inriville, apenas seis. Ambos pueblos están dentro del mismo triángulo que Justiniano Posse y Leones. Ese dato refuerza que se trata de fenómenos muy concentrados, que no dan tiempo a tomar previsiones.
Además del impacto urbano en algunas localidades, las consecuencias quedan en los campos y los caminos rurales, que se hacen inutilizables, afectando la producción agropecuaria, principal actividad económica de la región.
Fuente: La Voz