Lo denunció este domingo el primer ministro interino de Ucrania, Arseniy Yatsenyuk, y pidió al presidente ruso Vladimir Putin a que retire a sus Fuerzas Armadas de la península de Crimea.
En el día de ayer, Ucrania había puesto en estado de alerta a sus Fuerzas Armadas luego de que el Parlamento ruso aprobara el uso de tropas en su territorio “en conexión con la extraordinaria situación en Ucrania y la amenaza contra la vida de ciudadanos rusos”.
Las autoridades ucranianas aseguran que Rusia desplegó 6.000 soldados adicionales en la península de Crimea en los últimos días, donde la mayoría de la población habla ese idioma y se siente culturalmente cercana a ese país y donde, además, Moscú tiene la base militar de su flota en el Mar Negro.
Hoy más temprano, el gobierno de Ucrania ordenó la movilización de sus reservistas, mientras la tensión crece cada vez más.
Por su parte, el secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen aseguró que Rusia tiene que “rebajar el nivel de las tensiones” urgentemente e indicó que las actividades militares rusas en Crimea amenazan la paz y la estabilidad en Europa.
“Lo que Rusia está haciendo en Ucrania viola los principios de la Carta de Naciones Unidas”, agregó.