Por segundo día consecutivo Estados Unidos realiza acciones de bombardeo sobre el Estado islámico, en el este de Siria. El objetivo es controlar y disminuir el número de insurgentes que dominan la región.
Los ataques se iniciaron con aviones de combate liderados por la Coalición de Estados Unidos, el bombardeo alcanzó dos zonas petroleras en la provincia de Deir el-Zur un día después de que Norteamérica y sus aliados árabes realizaran una acción similar en una docena de instalaciones de producción de petróleo en la misma zona, cerca de la frontera siria con Irak.
Estos combates tienen como finalidad contrarrestar una de las fuentes principales de efectivo de los insurgentes, basada en las ventas de petróleo en el mercado negro, que, según Estados Unidos, les otorgan unas ganancias de hasta dos millones de dólares diarios.
De acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, los ataques durante la noche y la madrugada del viernes alcanzaron el campo petrolero de Tink y la zona de producción de Qouriyeh en Deir el-Zur. También tenían como objetivo la sede del grupo Estado Islámico en la localidad de Mayadeen.
Ante los inminentes bombardeos aéreos en el este de Siria, gran parte de los civiles de pueblos bajo control islámico huyeron de la región.
Las acciones aéreas destruyeron vehículos y posiciones que estaban en poder de los yihadistas. Aún resta saber las cifras de las víctimas del conflicto.
