Los uruguayos deberán volver a las urnas el 30 de noviembre para definir al sucesor del presidente José Mujica, porque el gobernante Frente Amplio logró un triunfo que no alcanzó para evitar el balotaje.
Como anticipaban todos los sondeos, el centroizquierdista Frente Amplio lograba una diferencia importante sobre el Partido Nacional (blanco), pero la ventaja no le alcanzaba para esquivar la segunda vuelta, en la que será clave la decisión que adopte el Partido Colorado, tercero en la compulsa de hoy.
Según la consultora Equipos Mori, el FA lograba 44 por ciento de los sufragios; el Partido Nacional 33; el Colorado 14 y el Partido Independiente,9 por ciento, en tanto para la consultora Fáctum, esos guarismos eran el el mismo orden, de 46, 32, 14 y 3,5 por ciento. Cifra, por su parte, le otorgaba al oficialismo entre 43 y 45 por ciento; al PN de 32 a 34; a los colorados de 14 a 16 y al PI entre 3 y 4 por ciento.
Los comicios se desarrollaron en forma muy tranquila y más allá de algunas demoras habituales, solo hubo que lamentar la muerte de dos militantes del FA en Canelones, que fallecieron al recibir una descarga eléctrica cuando intentaban colocar una bandera.
Se estimaba que votó alrededor de 85 por ciento del padrón, que tenía 2.620.717 habilitados, para que, además de presidente y vice -que asumirán el 1 de marzo- votaran a los futuros 99 miembros de la Cámara de Diputados y a 30 senadores.