El primer ministro, Benjamin Netanyahu, en un momento crítico de su gobierno, da golpe de timón.
El Parlamento israelí aprobó en segunda y tercera lectura la disolución de la décimo novena legislatura -una de las más cortas de la historia política local- y la convocatoria de elecciones anticipadas para el 17 de marzo.
El proyecto de ley fue aprobado con los votos a favor de 93 de los 120 diputados, mientras que ninguno votó en contra, informaron anoche los medios locales.
La crisis en el Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, comenzó antes del verano con la ruptura del pacto de coalición partidista que tenía con su ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, uno de los aspirantes a primer ministro como presidente de Israel Beitenu.
A ello le siguió el verano la guerra en Gaza y un creciente aislamiento de Israel en la esfera internacional que, sumado al parón en el proceso de paz con los palestinos desde principios de año, abrieron las diferencias con sus socios del centro político, los partidos Yesh Atid y Hatenuá.
De tener lugar hoy las elecciones, saldría muy fortalecido el partido colonizador Hogar judío, 18 escaños, mientras que Israel Beitenu y Yesh Atid nueve cada uno. El resto de formaciones obtendría cifras inferiores, y según sondeo, los dos partidos ultraortodoxos determinarían la formación del nuevo ejecutivo.