El ciclo de negociaciones entre las FARC y el Gobierno colombiano no comenzó con la tranquilidad que se auguraba. Luego de que ambos sectores acuerden trabajar en conjunto en la limpieza de minas antipersonales en la mesa de diálogo anterior, y de que el Presidente Santos decida hace una semana suspender los bombardeos aéreos por el lapso de un mes, la guerrilla anunció este jueves que peligra el cese al fuego.
Este martes comenzó en La Habana el ciclo número 34 de las negociaciones entre los grupos insurgentes y el Gobierno del Presidente Santos. Durante la mesa de diálogo anterior, los sectores se habían comprometido en terminar conjuntamente con las zonas minadas, que se han cobrado ya, desde 1990, 11.000 víctimas entre muertos y heridos.
Sumado a lo anterior, otro gesto esperanzador fue el del Presidente Juan Manuel Santos, quien se había manifestado anteriormente reacio respecto a ordenar una suspensión de los ataques del Ejército, y sin embargo, decidió poner freno por un mes a los bombardeos aéreos sobre los campamentos de la guerrilla siete días atrás.
Lo que está en la agenda ahora, según comunicó el presidente de la Comisión de Paz del Senado colombiano, Roy Barreras Montealegre, implica el trabajo conjunto en el trazado de una hoja de ruta para solucionar el tema de los desaparecidos en Colombia. “Así como son importantes los mapas de desminado, los mapas de desaparecidos son indispensables para alcanzar la paz”, insistió el parlamentario.
Cabe recordar que hasta el momento, lo acordado entre las partes bajo la supervisión de Cuba y Noruega como garantes, fue en primer lugar, una reforma Agraria que se centra en los pequeños productores, la participación política que garantiza a la guerrilla la posibilidad de conformar un movimiento político una vez que deje las armas y por último, el compromiso de las FRAC de abandonar todo vínculo con el narcotráfico.
Sin embargo, en el día de hoy, la tranquilidad se resquebrajó tras un comunicado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que sostiene que el cese unilateral al fuego que mantienen desde hace tres meses peligra.
“Miramos con mucha preocupación cómo progresivamente estas actuaciones de ataques a las estructuras guerrilleras han venido desvaneciendo la determinación de las FARC de mantener un cese unilateral al fuego de manera indefinida”, afirmó el jefe de su delegación de paz, “Iván Márquez”, alias de Luciano Marín Arango.
“La tregua se está diluyendo en la práctica, y nos duele reconocerlo, porque han sido tantos los ataques y las operaciones lanzadas a nuestras posiciones que los nuestros se han visto forzados a responder”, añadió el líder. “Por favor, que no nos fuercen a que se rompa esta decisión”, pidió el jefe guerrillero al presidente Santos .