En un comunicado conjunto, las FARC y el Gobierno de Colombia, anunciaron hoy desde La Habana la creación de una Comisión de la Verdad, que comenzará con sus funciones una vez que ambas partes alcancen un acuerdo de paz definitivo. El Organismo extrajudicial será el encargado de “esclarecer” y “explicar” el conflicto.
Cerrando la Mesa de diálogo número 37, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Gobierno de Santos emitieron un comunicado desde Cuba que confirmó la noticia. El ciclo había tenido un inicio difícil luego de que las FARC declaren la suspensión de su cese al fuego en respuesta de un bombardeo del Ejército, pero aun así, un nuevo acuerdo salió a la luz.
La Comisión de la Verdad empezará a trabajar cuando haya un acuerdo definitivo de paz en La Habana y tendrá por delante tres objetivos: “contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido (…) y ofrecer una explicación amplia de la complejidad del conflicto”; “promover y contribuir al reconocimiento de víctimas, y de responsabilidades individuales y colectivas”; y “promover la convivencia en los territorios del país”.
Las partes explicaron, en el mismo comunicado, que el Organismo será “imparcial”, “independiente”, “autónomo” y que “funcionará durante un tiempo limitado”. “Sus actividades no tendrán carácter judicial, ni podrán implicar la imputación penal de quienes comparezcan ante ella”, aclara también el mensaje.
El resultado de la investigación que realizará la Comisión se plasmará en un informe final, que contendrá además recomendaciones para las partes. Su tarea será esclarecer las violaciones graves a los derechos humanos y derecho internacional humanitario que se han perpetrado en todos estos años de conflicto.
La Institución investigará “las responsabilidades colectivas” del Estado, las FARC, los paramilitares, y otros grupos o entidades colombianas o internacionales que hayan participado del conflicto. La importancia del mandato que se le da a la Comisión es que, en Colombia, se deja de lado la visión que sanciona únicamente a la guerrilla por lo ocurrido, y se empieza a entender que todos los actores intervinientes deben explicaciones por lo hecho en el histórico conflicto.
Mientras siguen las rondas de negociaciones, que buscan ponerle fin al enfrentamiento, el suceso de hoy deja en evidencia que un pueblo no puede cerrar heridas sin tener en su poder un profundo conocimiento sobre lo verdaderamente ocurrido.