Además de las víctimas fatales hasta el momento, más de 3.500 personas tuvieron que ser hospitalizadas.
Seis personas perdieron la vida en Siria, entre ellas dos niños. Mientras que en el Líbano fallecieron dos personas y cientos fueron hospitalizadas con dificultades para respirar y afecciones pulmonares. Entre ambos países, un total de 3.580 personas tuvieron que ser hospitalizadas.
Tanto el Gobierno Libanés como la Cruz Roja solicitaron a las personas con problemas respiratorios, así como a los ancianos, niños y mujeres embarazadas, que no salgan de sus casas. Sanidad también solicitó a los hospitales que estén en alerta, además de habilitar números de teléfono de emergencia para atender a los afectados.
Los servicios meteorológicos prevén que la tormenta durará dos días más, aunque está previsto que empiece a arreciar a partir de este miércoles.
Cabe aclarar que las tormentas de polvo y arena son frecuentes en Oriente Medio debido a la las masas de aire que proceden del desierto, en este caso de Irak, situado al este de Líbano.
Fuente: El Comercio
