Son restaurantes sin comparación en el mundo: el dueño es el gobierno de Corea del Norte y operan en el extranjero.
Los comercios están en al menos 12 países, principalmente en Asia, aunque la gran mayoría se encuentra en China. Son cerca de 130 restaurantes y han generado todo tipo de versiones en la prensa.
Para algunos, es un mecanismo usado por el aislado gobierno de Kim Jong para obtener divisas. Otros señalan que se trata en realidad de una fachada para negocios ilegales a gran escala.
A estos restaurantes no los distingue su comida, sino sus extraordinarias camareras, jóvenes y hermosas. El ambiente está decorado con imágenes de sitios famosos y paisajes de Corea del Norte.
Las trabajadoras permanecen en su puesto tres años antes de regresar a Corea del Norte, y están bajo vigilancia día y noche. Su trabajo no es el de una camarera común, ellas deben subir al escenario para bailar, cantar, tocar la guitarra o dar un espectáculo.
Según se dice, no se les permite salir de su sitio de trabajo, ya que incluso viven allí, otro dato es que todas son graduadas en la Escuela Estatal de Artes en Corea del Norte.
Algunos informes señalan que las jóvenes son de familias “de la élite norcoreana”, que se destacan por su “alta lealtad al régimen”, “Todas tienen parientes en territorio norcoreano y algunos expertos señalan que si huyeran sus familias podrían acabar en problemas”.
En cuanto a los ingresos, los restaurantes generan unos US$10 millones anuales, según estimaciones de expertos surcoreanos citados por la Agencia EFE.
Kim Myung Ho, un desertor norcoreano que administraba un restaurante en China, dijo que el comercio estaba obligado a remitir a las autoridades en Pyongyang entre US$10.000 y US$30.000 anuales.
El periodista sueco Bertil Lintner, autor del libro “Gran líder, querido líder: demistificando Corea del Norte bajo el clan Kim”, señala que en la década de los 90 la economía norcoreana se vio duramente golpeada cuando China y la ex Unión Soviética comenzaron a exigir a Pyongyang que pagara por algunas de sus importaciones, en lugar de recurrir al trueque de bienes.
Pyongyang buscó entonces generar fondos con negocios en el extranjero y por ello “los restaurantes son utilizados para ganar dinero para el gobierno de Pyongyang. También se sospecha que son usados para lavar dinero de actividades comerciales nada agradables”, dijo Lintner a la prensa estadounidense.
El periodista sueco relata versiones según las cuales los restaurantes estarían bajo el control directo de la misteriosa Bureau 39, una agencia secreta del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte acusada de lavar dinero de la venta de armas y la producción de drogas.
“Estos restaurantes y otros negocios donde se maneja efectivo son usados comúnmente para ocultar otras cuentas”, dijo Lintner.
Las recientes deserciones de camareras norcoreanas no han revelado el misterio en torno a la red de restaurantes, pero han encendido la polémica.
El caso reportado este martes, de trabajadoras que huyeron de un restaurante en China, según confirmaron las autoridades surcoreanas, es el segundo en menos de dos meses.
En abril, 13 trabajadores de otro restaurante en territorio chino, un gerente y doce camareras, huyeron a Corea del Sur.
Pyongyang acusó a las autoridades surcoreanas de haber actuado en connivencia con el gerente para “secuestrar” a las jóvenes.
Se estima que cerca de 30.000 norcoreanos han huido a Corea del Sur desde el fin de la Guerra de Corea en 1953, según la agencia Associated Press, pero la huida de las camareras en abril ha sido la mayor deserción en grupo que se ha reportado.
A pesar de esto los restaurantes siguen funcionando -cerca de 130 del mundo- que permiten disfrutar de una combinación única: platos típicos coreanos como kimchi o sopa con carne de perro, y claro, el virtuosismo musical de camareras graduadas en la Escuela de Artes de uno de los países más aislados del mundo.
Fuente: BBC