Los suecos pusieron mano verde a todo espacio que encuentran disponible para cultivar alimentos frescos y volver a estar en contacto con la naturaleza.
En Malmö, la tercera ciudad sueca más poblada, los cultivos se extienden por los tejados, los balcones de los edificios e incluso sobre las vías de ferrocarril en desuso.
Los suecos están descubriendo su pasión por la jardinería urbana como una forma de cultivar sus alimentos frescos y volver a estar en contacto con la naturaleza.
Como parte de un movimiento global, un número creciente de habitantes de ciudades suecas están desarrollando sus propias huertas y parcelas o trabajan en jardines públicos construidos en espacios industriales o comerciales.
“También en los techos podemos crear ciudades con mayor biodiversidad”, dijo John Block, que dirige las visitas guiadas en el Roof Garden del Jardín Botánico Augustenborg de Malmö.
Textos: de Helena Soderpalm / Reuters
Fotos: de Maxim Shemetov / Reuters
Edición Fotográfica: Alfredo Sánchez
Edición Fotográfica: Alfredo Sánchez
En una superficie que abarca prácticamente una manzana en la parte superior de los edificios de oficinas del gobierno local, el jardín es algo más que un espacio, dijo.
“Con la ayuda de estas nuevas zonas verdes, estamos haciendo un mejor entorno urbano con todo el efecto atemperador que tiene la vegetación y reducción de contaminantes del aire.”
Inspirado por el Highline de Nueva York, un jardín construido sobre un ferrocarril elevado, y el Prinzessinnengarten de Berlín, un terreno reciclado, un barrio de Estocolmo convirtió el área de un ferrocarril en desuso en un espacio común para cientos de jardineros aficionados. Hace cinco años, el vecino Philipp Olsmeyer quería que su barrio de Södermalm fuera más verde y decidió contactar a las autoridades locales con su idea de un Tradgard pa sparet, en sueco, “Jardín en la vía”.
“Ahora hay cerca de 200 canteros. Algunos de ellos pertenecen a la asociación y otros a las escuelas”, dijo.
A pocos kilómetros de distancia, el Rosendals Garden es una granja ciudadana muy popular entre los amantes de la buena cocina que disfrutan de sus verduras, frutas y hierbas en el café instalado dentro de un invernadero.
Pelle Mattsson combina su trabajo como ilustrador y diseñador gráfico con la jardinería en Rosendals, algo que ayuda a este habitante de la ciudad a disfrutar de cerca el cambio de estaciones.
“Para cultivar una huerta en Suecia hay que estar muy atento a los cambios de estaciones”, dijo.
“Y es muy bueno poder pasar un tiempo en el estudio y dibujando y otro tanto en el jardín.”