Entró en “una fase crítica” debido a su creciente actividad sísmica. El movimiento del magma hacia la superficie sigue aumentando.
La alerta de erupción del volcán Agung en la isla indonesia de Bali entró en “una fase crítica” debido a su creciente actividad sísmica y el número de evacuados ya supera los 75.000.
La Agencia Nacional de Gestión de Desastres, (BPBD, por sus siglas en indonesio) hizo conocer hoy un comunicado, citado por EFE, en el que su director de información, Sutopo Purwo Nugroh, dijo que: “El monte Agung entra ahora en una fase crítica. Aunque se determinó el nivel de alerta 4 (el máximo) desde el viernes pasado, no hay garantía de que el volcán entre en erupción”.
“La actividad volcánica continúa aumentando. El movimiento del magma hacia la superficie también aumenta”, agregó Nugroho.
El puesto de observación del monte Agung registró el lunes 547 terremotos volcánicos superficiales, una cifra que se ha más que cuadruplicado desde el viernes cuando se sintieron 119 movimientos, lo que, junto a otros parámetros, corrobora la hipótesis de que el magma asciende.
La BPBD estima que cerca de 80.000 residentes vivían dentro de la ya prácticamente vacía zona de seguridad establecida en un radio de hasta 12 kilómetros alrededor del cráter en el distrito Karangasem, en el este de la isla y a unos 45 kilómetros de la capital provincial, Denpasar.
Los desplazados han sido distribuidos en más de 350 refugios en nueve distritos de la región y las autoridades intentan desalojar parte del ganado que es la subsistencia de la población de la zona, que se dedica en su mayoría a la agricultura y la ganadería.
El volcán Agung se encunetra a unos 75 km del centro turístico de Kuta. Los temblores comenzaron en agosto pasado y el volcán amenaza con entrar en erupción por primera vez desde 1963. En ese entonces la erupción duró casi un año y causó más de 1.000 muertos.