Una escalada en los aranceles por la guerra comercial que mantienen China y Estados Unidos puede afectar considerablemente el crecimiento económico chino, afirmó el viernes el Fondo Monetario Internacional, poco después de que el presidente Donald Trump atizara el conflicto con Pekín.
En su informe anual sobre la economía china (conocido como Artículo IV), el FMI advirtió que “una escalada en las tensiones comerciales, principalmente por la imposición de tarifas aduaneras del 25% sobre el resto de importaciones de China, podría reducir el crecimiento 0,8 puntos porcentuales en 12 meses”.
El organismo ha confirmado por el momento sus pronósticos de crecimiento para China, que se espera que se desacelere a 6,2% en 2019 y a 6% en 2020, contra el 6,6% registrado el año pasado.
Estas proyecciones se hicieron tomando en cuenta los aranceles del 25% a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares impuestos por Washington, pero sin tener en cuenta aún el anuncio reciente de Trump de gravar a partir del 1 de septiembre con un 10% otros 300.000 millones de dólares de importaciones chinas.
Como represalia de esta última medida, China detuvo de inmediato la compra de productos agrícolas estadounidenses.
Las tensiones entre Washington y Pekín se han recrudecido en las últimas dos semanas tras esta serie de ataques y contraataques, y el último episodio de esta escalada la protagonizó Trump el viernes por la mañana al abrir la puerta a la cancelación de la ronda de negociaciones que ambos países tienen prevista para septiembre en Washington.
“Veremos si mantenemos nuestro encuentro en septiembre. Si se hace, bien, si no se hace, también bien”, afirmó el presidente estadounidense en la Casa Blanca justo antes de partir en helicóptero a su club de golf de Bedminster, en Nueva Jersey.
“No estamos listos para lograr un acuerdo, pero veremos qué pasa”, dijo Trump. “Tenemos todas las cartas. Lo estamos haciendo bien”.
Negociadores chinos y estadounidenses se reunieron a finales de julio en Shanghái por primera vez desde que había colapsado en mayo el intento anterior. Ambos países tienen previsto una nueva ronda de encuentros en septiembre.
“Veremos si se cancelan o no”, afirmó Trump, que también avanzó que Estados Unidos no hará negocios con el gigante tecnológico chino Huawei, a pesar de que antes prometió conceder exenciones a esta prohibición.
Las palabras del mandatario hicieron caer los valores de Wall Street, una pérdida que echa por tierra la reciente recuperación después de la caída provocada por las repercusiones que la guerra comercial entre Washington y Pekín tendrá en la ralentización de la economía global.
– Dólar más débil –
China y Estados Unidos han impuesto aranceles a productos por valor de 360.000 millones de dólares que viajan de un país a otro. Con la nueva salva de tasas anunciada por Trump, todos los productos chinos estarán sujetos a tarifas aduaneras punitivas.
La moneda china alcanzó el lunes su menor valor de la última década respecto al billete verde y superó la barrera psicológica de los siete yuanes por dólar, hasta que Pekín intervino para frenar la depreciación.
Trump acusó al gobierno chino de “debilitar su moneda”, pero sus comentarios pesimistas sobre las negociaciones comerciales hundieron aún más la divisa del gigante asiático.
El presidente estadounidense recurrió a Twitter el jueves para quejarse de la fortaleza del dólar, que, dijo, pone a las empresas manufactureras de Estados Unidos en desventaja. Una vez más volvió a meter presión al banco central (Fed) para que rebaje las tasas de interés para contraatacar.
Trump aseguró que su administración no tiene intención de actuar para depreciar el valor del billete verde: “No necesitamos hacerlo (…) yo no haría eso”.
Unas palabras que no le impidieron arremeter por enésima vez contra la Fed para que baje los tipos de interés un punto porcentual o “un poco más”.
El banco central bajó las tasas de interés la semana pasada un cuarto de punto porcentual, después de haberlas aumentado un punto en cuatro subidas durante los últimos doce meses.
Disminuir la tasa de interés de referencia tiende a reducir la demanda de dólares, lo que debilita su valor, pero la economía estadounidense sigue siendo más fuerte que la de muchos de sus socios comerciales por lo que inversores se refugian en el billete verde ante la incertidumbre económica.