En la madrugada de hoy, las Fuerzas de Defensa Israelíes dejaron al menos unas 87 personas muertas o desaparecidas, según lo informado por el Ministerio de Salud palestino. Otras 40 personas resultaron heridas en estos mismos ataques, perpetrados en la ciudad de Beit Lahiya. La justificación del ejercito de Israel fue que se lanzó un ataque “preciso” contra un blanco de la milicia terrorista Hamas. El ejercito libanés, por su parte, informó que tres de sus soldados murieron en un ataque israelí contra su vehículo en el sur del Líbano.
Las fuerzas militares libanesas, hasta el momento, se han mantenido a un lado en el marco de la guerra librada entre Israel y Hezbollah, pues no tienen el poder para enfrentarse a dicho grupo armado o defender el país ante una invasión de Israel.
Especulaciones de un ataque israelí a Irán
Los ataques se produjeron mientras Estados Unidos investiga una divulgación no autorizada de documentos que evalúan los planes de Israel para atacar a Irán, según lo revelado por funcionarios estadounidenses. Tales registros indican que el estado israelí se encuentra moviendo activos militares para llevar a cabo un ataque militar a la república islámica en respuesta al ataque perpetrado por Teherán a Israel el 1 de octubre. Washington aboga por un cese al fuego entre el estado israelí y y Hamas tras el asesinato del líder de esta milicia, pero hasta el momento ni de un lado ni del otro hay voluntad para legar a un acuerdo de este tipo. Irán, por su parte, apoya tanto a Hamas como a Hezbollah.
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Ofensiva con 80 muertes pone al borde del colapso al sistema de salud de Gaza
En torno a los ataques que causaron más de 80 muertos y desaparecidos, Israel no hizo comentarios más que justificarse en que apunta a blancos vinculados a Hamas, pero fuentes palestinas indican que entre los asesinados hubo dos padres y sus cuatro hijos, y una mujer, su hijo y su nuera así como los cuatro hijos de esta. Dicha ofensiva arrasó un edificio de varios pisos y al menos cuatro casas vecinas. Como consecuencia de esta agresión, Mounir al Bursh, director general del Ministerio de Salud, dijo que la avalancha de heridos en los últimos ataques agravó una situación que ya era catastrófica para el sistema de salud pública en Gaza.
El norte de Gaza sufrió la mayor destrucción desde que inició la guerra, y está asediado por fuerzas militares israelíes desde fines del año pasado. Debido a ello, el estado israelí ordenó a toda la población de esta zona que evacuara hacia el sur en las primeras semanas de la guerra y reiteró esas instrucciones a principios de este mes. La mayor parte huyó en el transcurso del presente año, pero aún hay unas 400 mil personas que permanecen en el norte.
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Cuatro ingenieros asesinados
Asimismo, el ejercito de Israel mató a cuatro ingenieros que se dirigían a reparar infraestructura para la distribución de agua en Khuzaa, al sur de Gaza, pese a la previa coordinación de las autoridades israelíes para garantizar su seguridad. Estos asesinatos agravan la crisis humanitaria en Gaza, ya que dificulta aún más el acceso al agua potable ante la imposibilidad de reparar la estructura dañada que posibilitaba su distribución. La muerte de estos profesionales se inscriben en el marco de centenares de ingenieros, funcionarios, empleados de la salud y trabajadores humanitarios asesinados en decenas de ataques israelíes.