El Gobierno de Brasil condenó este sábado los maltratos y el “desprecio a los derechos fundamentales” de 88 brasileños que fueron deportados en el marco de la política de mano dura desplegada por la gestión de Donald Trump en materia de inmigración ilegal.
El Ministerio de Justicia del país sudamericano ordenó a las autoridades estadounidenses la “inmediata retirada de las esposas” cuando el avión con los expulsados aterrizó en la ciudad de Manaos, en repudio al “flagrante desprecio a los derechos fundamentales” de sus ciudadanos, informó en una nota oficial.
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Sin embargo, el Gobierno brasileño explicó a AFP que esta deportación no tiene relación directa con la operación contra inmigrantes ilegales iniciada en Estados Unidos tras la asunción de Donald Trump a la Presidencia de ese país: “Este vuelo se inserta en otro contexto: un entendimiento bilateral entre Brasil y Estados Unidos, de 2017, que permanece en vigor”, destacaron.
La Policía Federal de Brasil comunicó que “los brasileños que llegaron esposados fueron inmediatamente liberados de las esposas, en garantía de la soberanía brasileña en territorio nacional”.
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Más allá de la desmentida de Brasilia, la deportación de los brasileños ocurre en el marco de una gran operación desplegada por el Gobierno de EEUU contra la inmigración que incluye deportaciones masivas, la militarización de la frontera con México y el arresto de 538 personas en situación ilegal, según lo reportado este último jueves en la Casa Blanca.
Una fuente del Gobierno brasileño dijo que los deportados que llegaron a Manaos viajaron con su documentación personal, lo que muestra que “están de acuerdo” con el retorno a su país de origen. Asimismo, estos ciudadanos podrán “permanecer en libertad” tras haber estado detenidos en Estados Unidos con “decisión final de deportación sin posibilidad de recurso”.
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