El exasesor de Donald Trump, Steve Bannon, generó una crisis en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Washington tras realizar un gesto interpretado como un saludo nazi. La polémica llevó a Jordan Bardella, líder del partido de Marine Le Pen, a cancelar su discurso en el evento. “Se permitió, por provocación, un gesto que hace referencia a la ideología nazi”, explicó Bardella en un comunicado.
Bannon negó que su gesto tuviera connotaciones nazis y atacó duramente a Bardella. “Si tiene tanto miedo y se hace pis como un niño, entonces no es digno y nunca dirigirá Francia”, declaró en un video publicado en Le Point. Además, sostuvo que simplemente realizó “un saludo con la mano, como siempre hago”.
La participación de Bardella en la CPAC ya había generado debate dentro del partido de Le Pen, que busca mantener cierta distancia con el trumpismo. Recientemente, la líder de Agrupación Nacional advirtió que la victoria de Trump “no debe ser interpretada como un llamado a un alineamiento”, reflejando una postura más prudente frente a la nueva administración estadounidense.
Mientras Trump aún no confirmó su presencia en el evento, su vicepresidente, JD Vance, inauguró la agenda de ponencias. La CPAC de este año se presenta como una celebración del regreso del “trumpismo” al poder, con figuras clave como Tom Homan y el propio Bannon consolidando su influencia en la política internacional de la ultraderecha.
La convención cambió su enfoque respecto al año anterior, cuando se centró en América Latina con la participación de Javier Milei y Nayib Bukele. Este año, el foco está puesto en Europa, donde la extrema derecha enfrenta desafíos internos y busca redefinir su relación con la administración Trump en un contexto de creciente incertidumbre geopolítica.