El Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos dio plazo hasta el 3 de abril a la petrolera estadounidense Chevron para que liquide todas sus operaciones en Venezuela. La instrucción fue dada por el Departamento del Tesoro del Gobierno estadounidense, y abarca también a las empresas conjuntas como la petrolera estatal venezolana PDVSA o cualquier compañía en la que esta posea una participación del 50%.
La base de esta medida la constituye la creación de una licencia que entra en vigor este martes y revoca la emitida por la anterior gestión presidencial de Joe Biden, que abrió unos puentes de contacto con Caracas por medio del comercio, aunque manteniendo la condena a las violaciones de los Derechos Humanos en el país sudamericano.
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Esta nueva licencia impone a Chevron, que es la única petrolera estadounidense que opera en Venezuela, una serie de restricciones que afectan al Gobierno de Nicolás Maduro. La empresa no podrá pagar impuestos o regalías al Gobierno de Venezuela, ni dividendos a PDVSA, ni a ninguna compañía que esta pose en forma directa o indirecta.
La normativa prohíbe también la venta de petróleo o productos petroleros a cualquier jurisdicción que no sea Estados Unidos y restringe por completo las transacciones con empresa controladas por compañías de Rusia.
Re no renovación de la licencia que permite a Chevron operar en Venezuela resulta un golpe al regimen chavista luego de tibios acercamientos iniciales por el intercambio de detenidos estadounidenses en el país sudamericano por inmigrantes irregulares y encarcelados en Estados Unidos.
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