La tensión en las universidades públicas argentinas sigue en aumento, y el Gobierno no escatima en críticas hacia las recientes tomas estudiantiles que buscan reclamar por mejoras presupuestarias. El vocero presidencial, Manuel Adorni, reiteró sus críticas en un diálogo con Amalia “Yuyito” González, pareja del primer mandatario, señalando que “los que toman las facultades no quieren estudiar”.
Adorni no solo cuestionó las acciones de los estudiantes que han decidido tomar facultades como la de Ciencias Exactas y Naturales en la Ciudad Universitaria, sino que también subrayó la ilegalidad de estas medidas. “Las universidades no funcionan tomándolas”, expresó contundente, y agregó que “el perfil de los que toman universidades no es el de quienes quieren estudiar”.
El vocero explicó que el diálogo por mayores fondos para las universidades debe realizarse en un marco institucional y con responsabilidad. “La discusión por el presupuesto universitario tiene que darse en el Congreso, con seriedad. No se gobierna ocupando edificios. Si se quiere más presupuesto, primero hay que decir de dónde saldrá ese dinero”, enfatizó.
En su intervención, Adorni también defendió la necesidad de auditar a las universidades para garantizar un uso adecuado de los recursos. “Abran los gastos, porque donde tocás, sale pus”, dijo, refiriéndose a las auditorías como una herramienta clave para combatir lo que él considera una falta de transparencia en las casas de altos estudios.
Desde el Ministerio de Educación, respaldaron las declaraciones del vocero del Presidente y señalaron que ya se están tomando medidas para investigar el manejo de fondos en varias universidades nacionales. Según fuentes oficiales, el objetivo es verificar que los recursos asignados por el Estado se utilicen efectivamente en mejorar la infraestructura y calidad educativa, y no en otros fines que escapen a los propósitos educativos.
La respuesta de los estudiantes
En respuesta a estas declaraciones, los estudiantes universitarios organizados en la Federación Universitaria Argentina (FUA) y otros centros de estudiantes de facultades como Sociales y Filosofía, argumentaron que las tomas son una medida de protesta ante lo que consideran un ajuste presupuestario que afecta directamente a la calidad educativa. Según ellos, la falta de recursos se traduce en problemas concretos como edificios en mal estado, falta de insumos básicos y escasez de docentes.
“Las tomas no son un capricho, son una reacción a un gobierno que viene recortando fondos desde hace años”, sostuvo Florencia Martínez, representante de la FUA. Martínez también se refirió a los dichos de Adorni, criticando su postura: “Es fácil hablar desde un despacho sin ver la realidad de las aulas; nuestras demandas son legítimas y merecen ser escuchadas”.
La confrontación entre el Gobierno y los estudiantes no es nueva. Desde el inicio de las gestiones actuales, el presupuesto educativo ha sido motivo de debate y tensiones. El Ministerio de Economía ha defendido las partidas asignadas, argumentando que se están optimizando los recursos disponibles para priorizar obras de infraestructura y programas de becas para estudiantes de bajos recursos.