En un contexto de diferencias ideológicas, Argentina y Brasil encontraron terreno común en la cumbre del G20 en Río de Janeiro al firmar un Memorando de Entendimiento (MOU) que permitirá el desarrollo de infraestructura para exportar gas natural argentino desde Vaca Muerta al país vecino.
Este acuerdo estratégico busca afianzar la relación bilateral a través de la seguridad energética y el impulso económico.
El convenio fue suscrito por el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, y su par brasileño de Minas y Energía, Alexandre Silveira. Este tiene como objetivo inicial crear un grupo bilateral que evalúe rutas alternativas para transportar gas desde Argentina a Brasil.
Se contempla el uso de infraestructura ya existente, como el Gasoducto Brasil-Bolivia (Gasbol), cuyo flujo ha disminuido debido a la desinversión en la industria boliviana.
Según el Ministerio de Minas y Energía de Brasil, este entendimiento permitirá satisfacer una demanda proyectada de 30 millones de metros cúbicos diarios de gas natural hacia 2030, abriendo oportunidades para inversiones, generación de empleo y reducción de costos en sectores clave como el industrial y agrícola.
Para Argentina, este acuerdo representa una oportunidad para generar divisas y mitigar las presiones de un cronograma de deuda desafiante. Además, posiciona a Vaca Muerta como un recurso clave en la transición energética global, al permitir que el país se consolide como un exportador regional de gas natural.
Para Brasil: Garantiza una fuente de energía confiable y competitiva, especialmente para las industrias del sur del país, mientras reduce la dependencia de fuentes externas de suministro.
El acuerdo también incluye planes para optimizar la infraestructura de transporte en territorio argentino, como la segunda etapa de la Reversión del Gasoducto Norte, que permitirá alcanzar los volúmenes requeridos para la exportación.
Si bien la alianza energética parece prometedora, su éxito dependerá de varios factores:
Infraestructura: Argentina necesita finalizar obras clave para aumentar su capacidad de transporte de gas, lo cual podría tomar hasta 2026.
Inversiones privadas: Según declaraciones oficiales, estas obras no contarán con financiamiento estatal, sino que dependerán de la iniciativa privada bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
Rol de Bolivia: Aunque no forma parte del MOU, su participación podría ser crucial si se usa el Gasbol para transportar el gas argentino.