Será el 7 de junio en el Vaticano. El encuentro será más protocolar, explicaron fuentes del Vaticano, a diferencia de los dos anteriores en la residencia papal de Santa Marta.
El Papa Francisco recibirá el domingo 7 de junio a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el Vaticano, en lo que será el quinto encuentro entre el Pontífice y la mandataria argentina, según informaron ayer fuentes oficiales.
Este nuevo encuentro, que se producirá en un salón contiguo al Aula de Audiencias Pablo VI, será el primero bajo la gestión de Eduardo Valdés al frente de la embajada argentina ante la Santa Sede, luego de que Francisco recibiera sus cartas credenciales en diciembre del año pasado.
La confirmación de la reunión entre ambos líderes llegó en las últimas horas al Gobierno argentino a través de la Secretaría de Estado del Vaticano, tras una gestión de Valdés.
La primera reunión entre Francisco y Cristina se concretó el 18 de marzo de 2013, cinco días después de la sorpresiva elección de Jorge Bergoglio como máxima autoridad de la Iglesia Católica, y un día antes de la misa de inicio de su pontificado a la que acudieron numerosos líderes del mundo.
En ese encuentro, que consistió en una reunión y un almuerzo a solas que se extendió durante más de dos horas, la primera mandataria argentina le solicitó a Francisco su “intermediación” en el pedido de diálogo a Gran Bretaña por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
El segundo encuentro se realizó el 28 de julio de 2013, aunque no se llevó a cabo en la Santa Sede, sino en Río de Janeiro, Brasil, donde el Papa encabezó la multitudinaria Jornada Mundial de la Juventud.
El 17 de marzo del año pasado, se llevó a cabo el tercer encuentro privado entre ambos líderes, nuevamente en el Vaticano, donde almorzaron en la residencia Santa Marta y conversaron a lo largo de tres horas.
El cuarto y último encuentro se produjo el 20 de setiembre del año pasado también en Santa Marta, donde almorzaron y luego compartieron un encuentro con una nutrida delegación compuesta en su mayoría por dirigentes de la juventud, que habían acompañado a la mandataria argentina en su viaje.