Juntos por Córdoba obtuvo las 16 bancas de manera automática, mientras que la oposición se repartía 15 lugares entre Méndez, Dómina, Juez y Musso.
Concejo Deliberante sufrirá algunas mutaciones luego de la elección de ayer, donde lo inmutable será por obra y gracia de la Carta Orgánica Municipal la mayoría automática que tendrá Ramón Mestre: 16 bancas a las que se le deben agregar la presidencia del cuerpo.
Este esquema de repartir el poder, y que en la década del 90 fue pensado con el fin de mantener la «gobernabilidad» del partido vencedor, ameritaría ser revisado para que los escaños se distribuyan en su totalidad por sistema D’Hont, desterrando esta práctica mixta. En la actualidad el partido que gana, así sea por un voto, obtiene de manera automática 16 bancas más la presidencia del cuerpo.
Ingresarán al Concejo, como vicepresidente Felipe Lábaque, aliado del PRO y otro emergente que dio este año el salto a la política desde la presidencia de Atenas, Belkis Garda, continúa el actual viceintendente, Marcelo Cossar, Gustavo Fonseca, Analía Romero, Lucas Caballo, Aníbal De Seta, Miriam Acosta, Javier Lafuente, Héctor Carranza, Mónica Aguilera, Juan Negri, Juan Balastegui, Laura Sesma y Cristina Marchisio.
El Movimiento ADN, que se constituye en la primera minoría, pone en las bancas a Tomás Méndez, Marcelo Pascual, María Reales, David Urreta, Santiago Gómez y María Terré. La sorpresa y uno de los ganadores es Méndez.
La segunda minoría, tercer lugar en el recuento de sufragios, es la de Unión por Córdoba, que con cinco bancas hace ingresar a Estéban Dómina, Adrián Brito, Natalia de la Sota y Patricio Serrano.
En este punto hay una disputa, porque el FIT está a mil votos de ganar la quinta banca de UPC, que al cierre de esta edición era para Dómina.
La Fuerza de la Gente, la alianza entre Lis Juez y Olga Riutort, se constituye en tercera minoría con el ingreso de Juez, Riutort no puede ser porque ya cumplió dos mandatos en el Concejo, por lo que ingresarán José Llarena, María Victoria Flores y Graciela Villata.
Por primera vez, la izquierda tendría, en caso de dar vuelta los 1.000 votos, un representante en el cuerpo deliberativo de esta ciudad, con la presencia de Javier Musso del Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
Según comentó Cintia Frencia, la modalidad que aplicará en esta alianza será la de ir «rotando en la banca». Es decir estará Musso dos años, y el resto los completará Frencia, en un sistema que ya aplicó esta fuerza en la Legislatura provincial.
Sin embargo, esta posibilidad es sólo eso, una probabilidad.