La Casa Rosada se encuentra en plena negociación para lograr la aprobación del Presupuesto 2025, pero las tensiones internas y las diferencias en el seno del Gobierno complican el panorama. Mientras un sector del oficialismo se muestra decidido a avanzar con la sanción del proyecto en el Congreso, otro prefiere mantener la prórroga del presupuesto 2023 para tener mayor flexibilidad en el manejo de los fondos públicos.
En medio de este escenario, el jefe de gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, han intensificado las reuniones con los gobernadores peronistas para sumar su apoyo. Este jueves, Francos se reunió con Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, en la Casa Rosada para discutir los términos y las condiciones que se podrían establecer en el presupuesto a cambio de su respaldo.
Por otro lado, desde el “ala dura” del Gobierno, se plantea que continuar con el presupuesto 2023 les permitiría gestionar los recursos con más libertad y evitaría la exposición de la gestión a críticas por parte de la oposición. Un funcionario cercano al presidente declaró en off a los medios: “No voy a mover un dedo para que el Presupuesto avance, la prórroga nos beneficia y no afecta nuestra imagen”.
Las divisiones internas también se reflejan en las negociaciones con los bloques aliados. Los vicejefes de gabinete, Lisandro Catalán (Interior) y José Rolandi (Ejecutivo), están manteniendo conversaciones con diputados del PRO y la UCR en un intento de lograr consensos que permitan el avance del proyecto en comisiones y, posteriormente, en el recinto de la Cámara Baja.
En paralelo, se está trabajando en la articulación con la vicepresidenta, Victoria Villarruel, para acelerar el tratamiento en la Cámara Alta una vez que el proyecto tenga media sanción. Sin embargo, desde el Ejecutivo se enfrentan a las resistencias de algunos legisladores, especialmente aquellos de Encuentro Federal, como Miguel Ángel Pichetto y Emilio Monzó, quienes son acusados de obstaculizar cada propuesta del oficialismo. Un colaborador del Gobierno mencionó que “hay diputados que solo buscan retrasar el proceso, van a intentar modificar el presupuesto línea por línea”.
Con vistas a noviembre, el Gobierno prevé que la discusión en el recinto de la Cámara de Diputados se dará en medio de fuertes debates. Para tratar de asegurar el respaldo necesario, las autoridades han iniciado una serie de negociaciones con los mandatarios provinciales peronistas Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Hugo Passalacqua (Misiones), quienes podrían ser clave para conseguir los votos que el oficialismo necesita en el Congreso.
En un intento de sumar apoyos y negociar concesiones, el Ejecutivo evalúa recortar fondos destinados a la obra pública para redirigir esos recursos a la secretaría de Educación, priorizando la continuidad de programas clave en esa área. Desde la Casa Rosada afirman que se trata de un “proyecto acotado” y que las reducciones están en línea con las metas de ajuste fiscal que impulsa el presidente Javier Milei.
El Gobierno tiene planificado continuar la próxima semana con las reuniones en comisión y prepara nuevas presentaciones de funcionarios en Diputados. Los secretarios de Hacienda, Carlos Guberman, y de Finanzas, Pablo Quirno, ya presentaron los detalles del proyecto, pero, sorprendentemente, ni el ministro Caputo ni el jefe de gabinete Francos estarán presentes en las próximas sesiones, lo que ha generado especulaciones sobre la dirección que podría tomar el debate.