En un contexto político marcado por la incertidumbre y los conflictos internos, Cristina Kirchner y Axel Kicillof se encontrarán esta tarde en el departamento de la expresidenta, ubicado en el barrio de Recoleta. El objetivo del encuentro es disminuir las tensiones dentro del Partido Justicialista (PJ) y avanzar en un posible acuerdo que permita fortalecer la unidad de cara a los desafíos electorales venideros.
Este encuentro llega en un momento clave, ya que Kicillof prepara un acto en Berisso para conmemorar el Día de la Lealtad sin la participación de La Cámpora, buscando destacar su figura en soledad y afianzar su base territorial.
La decisión del gobernador bonaerense de no respaldar públicamente la candidatura de Cristina Kirchner al PJ Nacional generó malestar en el sector más cercano a la vicepresidenta, especialmente dentro de La Cámpora. Por ello, la reunión de esta tarde es vista como un intento de recomponer la relación y acercar posiciones en una semana decisiva.
Desde el entorno del gobernador aseguran que la relación se enfrió tras el viaje de Kicillof a México a principios de octubre, cuando la expresidenta hizo una aparición en La Matanza sin previo aviso. La visita fue interpretada como un mensaje directo a Kicillof, quien, en lugar de reaccionar públicamente, optó por mantener un silencio estratégico. Esta postura fue leída por algunos dirigentes como una muestra de independencia del gobernador respecto del liderazgo de Cristina.
Kicillof y la interna del PJ: un papel clave en la renovación
La figura de Kicillof se ha vuelto central en la interna del PJ. Aunque evitó sumarse al clamor que impulsaron desde sectores kirchneristas para que Cristina Kirchner asuma la presidencia del partido, su silencio fue interpretado como un posicionamiento. Ahora, la exmandataria busca restablecer el diálogo con el gobernador, quien ha mostrado interés en fortalecer su liderazgo en la provincia de Buenos Aires, pero sin confrontar directamente con La Cámpora.
El encuentro entre ambos se da también en un contexto en el que otros referentes peronistas, como el gobernador riojano Ricardo Quintela, buscan consensuar un camino de unidad para el partido. Quintela, que se perfila como un posible sucesor en la jefatura del PJ Nacional, se ha mostrado abierto a incluir a Kicillof en su armado político, lo que podría ser un paso hacia la reconciliación de los distintos sectores del peronismo.
La CGT y su influencia en la disputa del PJ
En paralelo, la CGT ha comenzado a involucrarse de lleno en la interna del PJ. La central sindical, que ha mantenido reuniones en las últimas semanas para discutir el futuro del partido, ha mostrado interés en respaldar a Kicillof como una alternativa a la conducción kirchnerista. El objetivo de la CGT es impulsar una renovación que permita construir un peronismo más amplio y dialoguista, capaz de incorporar a sectores que se alejaron en los últimos años.
Según fuentes cercanas a la cúpula cegetista, el pronunciamiento que se espera para los próximos días marcará un claro distanciamiento de la figura de Cristina Kirchner, sin mencionar su nombre directamente. El mensaje central buscará enfatizar la necesidad de un proceso de autocrítica y reconstrucción que permita recuperar la confianza del electorado. En este marco, el respaldo a Kicillof por parte de la CGT podría ser clave para que el gobernador bonaerense gane protagonismo en la puja interna.
El desenlace de la reunión entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof será fundamental para definir la estrategia del peronismo en los próximos meses. En el horizonte están las elecciones legislativas de 2025, y el partido necesita mostrar una imagen de unidad y fortaleza para competir con una oposición encabezada por Javier Milei, que busca consolidarse en el poder.
La expresidenta busca revalidar su liderazgo en el PJ, pero algunos sectores ya comienzan a cuestionar su figura. La reunión de esta tarde con Kicillof es vista como una oportunidad para que ambos dirigentes logren un entendimiento que permita avanzar en la conformación de una lista de unidad o, al menos, en la postergación de las elecciones internas del partido.
El gobernador bonaerense, por su parte, mantiene sus cartas cerca del pecho y evalúa sus próximos pasos. Su rol en la interna del PJ se ha vuelto central, y su capacidad para articular con diferentes sectores será clave para definir su futuro político y el de su espacio.