Clásico indiscutible del cine mundial y una de las obras cumbres del sádico director, este año celebra dos décadas desde su estreno, y aún continúa llevándose halagos y buenas críticas.
El director Quentin Tarantino y su musa Uma Thurman, protagonizaron en la jornada de ayer en la alfombra roja de Cannes, el festejo por los veinte años después de que el filme de Quentin Tarantino lograra la Palma de Oro del festival.
Travolta, acompañado por su mujer, Kelly Preston, y Thurman realizaron algunos pases del baile de los que se lucen en el filme y que se convirtió en una de las escenas más emblemáticas del cine de Tarantino.
Siempre a tono y lo que es peor, rememorando otro de sus célebres papeles «tarantinezcos», la actriz estadounidense resaltaba sobre la alfombra roja con un complicado vestido amarillo, de profundo escote y aperturas en la falda, mientras que Travolta y el propio Quentin optaron por trajes y corbatas negras, color elegido también por Preston, con un discreto conjunto de pantalón y top.
Para deleite de los fanáticos, «Tiempos Violentos», nombre con el que se dio a conocer el film en latinoamérica reunió a parte de su elenco en la red carpet y recordó a los preciados personajes, y a pesar de ser hoy un clásico del cine de culto, su temática y crudo tratamiento no deja de ser una de las perlas imperdibles de todo cinéfilo en su videoteca actual.
