Pon los escalopes de ternera sobre una tabla de cortar, cubre con papel film y aplástalos hasta que tengan unos 5 mm de grosor. condimenta con sal y pimienta ambas caras de todas las piezas de ternera.
Encima de cada escalope aplanado, pon una rebanada de jamón crudo, cubriendo la carne y, a continuación, pone 1 hoja de salvia. Sujeta carne, salvia y jamón crudo con escarbadientes para mantener las capas en su lugar.
Calienta una sartén grande a fuego medio, añade 40 g de manteca junto con un chorrito de aceite.
Pon los escalopes, con el lado liso sobre la sartén y cocínalos hasta que el lado inferior se dore. Añade el vino blanco y dejar evaporar antes de cubrir la sartén con una tapa para permitir que la ternera se cocine completamente. Retira los escalopes de la sartén y ponelos en una bandeja.
Añade el resto de la manteca a la sartén junto con agua para desglasar y deja cocer hasta obtener una salsa rica y brillante. Rocía la salsa sobre la ternera cocida y sirve los escalopes.