4 lonchas de queso mantecoso (u otro que se derrita)
Parmesano rallado
Aceite, sal y pimienta
Para la bechamel de morrones
40g. de manteca
40g. de harina
1/2 litro de leche
1/2 morrón rojo
Sal y pimienta
Modo de preparación
El relleno de la lasaña de atún: picar el morrón, el ajo, la cebolla, el tomate y la cebolla de verdeo y rehogarlos en un poco de aceite. Una vez que la cebolla esté transparente, agregar el atún, desmenuzarlo bien con un tenedor, y el puré de tomates. Cocinar unos 5 minutos más. Agregar (ya fuera del fuego) las aceitunas picadas y reservar.
La bechamel de morrones: Cortar el morrón en trozos y rehogarlo en una sartén tapada y a fuego lento hasta que esté bien blando. Agregar sal para ayudar al proceso. Tardará un tiempo en ponerse como queremos, una media hora, podés hacer alguno de los otros pasos durante este proceso. Una vez que esté bien blando, triturar con mixer hasta obtener una pasta fina. Ahora la salsa blanca: derretir la manteca en una sartén, agregar de golpe la harina y cocinar hasta que se vea dorada, unos minutos. Agregar, de golpe también, la leche tibia y revolver en mínimo y con cuchara de madera hasta que se integre todo bien. Salpimentar. Tendrás una salsa blanca clásica. En este caso no agrego nuez moscada porque quiero que el protagonista del sabor sea el morrón. Agregar a la salsa blanca, ya fuera del fuego, la mezcla de morrones triturados. Mezclar hasta que se integre bien y reservar.
Armado de la lasaña: pasar las láminas de lasaña (sean caseras o compradas) por agua hirviendo un minuto aproximadamente. Reservar y armar la lasaña: en el fondo de la fuente, un poco de bechamel de morrones, luego una lámina de lasaña, relleno de atún, bechamel de morrones, lámina de lasaña… y así hasta terminar unas 3 ó 4 capas. Finalizar con una lámina de lasaña, bastante bechamel de morrones por encima (reservate la mayor parte para este paso) y, sobre eso, las lonchas de queso mantecoso y lluvia de parmesano rallado.
Llevar a horno unos 15-20 minutos o hasta que la parte de arriba se vea dorada.
Dejar reposar unos 10-15 minutos antes de servir. Este paso es importante en cualquier lasaña, ya que de otro modo se desarmará cuando la cortemos.