Lo primero que hay que hacer es limpiar el mondongo de la mayor grasa posible. Una vez limpio, hervir en agua con sal por media hora para terminar de desgrasar. Una vez pasado el tiempo dejar enfriar un poco y volver a retirar el exceso de grasa que pueda llegar a tener: se pueden notar unas partes blancas y unas pieles un poquito más duras. Luego cortar en tiras y reservar.
Colocar en una cacerola muy poquito de aceite de oliva y agregar la panceta y el chorizo colorado a fuego medio. La idea es que se doren y a la vez pierdan un poco de la grasa que llevan. Una vez dorados retirar de la olla y reservar.
En esa misma olla, sin lavar, agregamos el ajo y el resto de las verduras cortados bien pequeños y cocinar. Agregar los tomates cortados bien chiquitos, o mejor, triturados. Condimentar a gusto. Agregar las hojas de laurel.
Una vez que la preparación se redujo un poco y el tomate cambió a un color un poquito más oscuro, bajar el fuego y sumar las tiras de mondongo que estaban reservadas.
Agregar caldo o agua hasta cubrir los ingredientes, tapar y dejar cocinar unos 40 o 45 minutos más o menos. Mientras se cocina ir revolviendo para que no se pegue y de ser necesario ir agregando más líquido para que quede en la contextura deseada.
Si se le va a agregar al guiso de mondongo porotos, garbanzos o papas: este es el momento.
Agregar las papas peladas y cortadas en cubos y los porotos ya cocidos. Cocinar 10 o 15 minutos más (hasta que la papa ya esté tierna) y retirar del fuego.
Dejar tapado un rato para que se asienten los sabores. Servir y espolvorear con perejil o ciboulette picado por encima.