Investigamos: «Meet and Greet», ¿Buena o mala experiencia?

En el mundo artístico es bastante común esta práctica. Sin embargo, nos pusimos a navegar en busca de más información acerca del tema, ya que al parecer que no es algo que en todos los casos se disfrute. ¿Vos qué opinas?

Mientras algunos se pasan la vida esperando un momento tan especial y único como un «meet», otros llegado el momento, parecen no gozarlo del todo. Pero vamos por partes, primero trataremos de establecer bien el significado del concepto.

«Meet and greet» literalmente quiere decir «encontrarse y saludarse» en inglés. Pero en el mundo «fan» tiene que ver con una práctica muy valorada por la mayoría de los seguidores del ambiente artístico, claro está que no todos tienen la misma oportunidad. Consiste en reuniones de pequeños grupos de fans, seleccionados a través de diferentes métodos, que son llevados a conocer personalmente al cantante o banda que admiran con el propósito de tomarse una foto, autografiar discos, dar regalos o simplemente hablar con ellos.

Generalmente duran poco tiempo, siempre dependiendo de la celebridad en cuestión. Para la mayoría de los famosos, el Meet and Greet es una obligación impuesta por los representantes o agentes publicitarios, las mismas discográficas o los organizadores del concierto, y normalmente suceden minutos antes de que comience el show.

Lo cierto es que otros, más simpáticos y agradecidos con sus fans, logran que este momento sea algo maravilloso, distendido y relajado, haciendo que esa «obligación» se decante y se convierta en un rato agradable para ambas partes.

El término «Meet», hoy en día esta en boca de más de un despistado, que antes no tenía ni idea de que esta práctica existía. Eso debemos agradecérselo a la cantante canadiense Avril Lavigne, cuya apatía a la hora de pasar un instante con sus seguidores brasileros, logró trascender el anonimato, y despertar las críticas en las redes sociales de todo el mundo. Tal es así que, no sólo se supo que ella no fue cariñosa, sino que además nos anoticiamos de que para algunas celebridades cobrar sus buenas propinas por el encuentro no es una rareza.

Lejos de ello, la cantante de «Keep Holding On», no es la única que reclama un precio extra por conocerla, Britney Spears también puso precio a su compañía. Incluso, nos enteramos de que la ex princesita del pop pide 500 euros aproximadamente por conocerla, además, entre sus condiciones, la estrella limitó el tiempo de contacto físico a 3 segundos. ¿No será mucho?

Al parecer no tanto en comparación con Madonna, quien es otra que se hace un vuelto con este ejercicio. La reina del pop cobra 1300 euros por regalar un rato de felicidad y quizás una foto con sus seguidores.

Nos extraña, pero para conocer a Justin Bieber se reclama sólo la módica suma de 400 euros, aunque sí vamos a destacar, que permite el contacto físico y hace sentir cómodas a las «bielevers» que lo llegan a ver personalmente.

Para Bon Jovi en cambio, ¡el Meet es un negoción! La banda pide alrededor de 2.000 euros para compartir el backstage del concierto y «regalarles» el merchandising oficial del grupo. A pesar de la «ganga», los integrantes de la banda con los mejores cabellos del espectáculo, les niegan la posibilidad de sacarse fotos con ellos, pero en compensación les dejan cargar sus instrumentos por unos segundos.

Así podríamos seguir con miles de ejemplos y casos distintos que se descubren online, pero en cambio, vamos a usar el espacio que nos queda para contar que no todo es lamentable en esta sencilla costumbre. Para varios de los artistas, el amor hacia quienes los posicionaron en la fama es sincero, en algunos casos más divertidos e inolvidables.

En el ámbito «super star», Rihanna y Lady Gaga son dos cantantes que corresponden al cariño recibido en cada lugar la que van. Lejos de quedarse en palabras, las divas se concentran en hacer que el encuentro con sus fans sea algo único.

En Argentina, esta practica no está generalizada, no todos los artistas cobran y de los que sí lo hacen, poco se habla. En Córdoba, los cantantes que han llegado a aparecer por aquí en los últimos meses, tal es el caso del español David Bisbal y del norteaméricano Romeo Santos, o del dúo Jesse & Joy, se supo que no sólo no cobraron un centavo, sino que además los seguidores tuvieron la posibilidad de irse con sus fotos y discos firmados bajo el brazo.

En fin, concluimos con la idea de que si bien los «Meet and greet» deberían ser una celebración, son un ejemplo más de la crisis que afronta el mundo de las discográficas. Sin embargo, se esclarece que las víctimas no son los músicos, ni los empresarios del rubro, sino más bien la gente, los miles y miles de fanáticos que destinan su tiempo y su dinero en perseguir a un ídolo, quienes hacen la cola y acampan días enteros para conseguir la mejor ubicación junto al artista. Claramente, el encuentro sirve de ejemplo de un sacrificio más que en muchos casos los fanáticos están dispuestos a hacer por concretar su sueño.

A continuación te regalamos varios ejemplos más para que saques tus propias conclusiones: