
La actriz y conductora habla de su ascendente carrera, de sus fans y de su relación con Mica Viciconte.
La ex Combate parece estar pasando un momento grandioso en todos los frentes: mientras en lo personal sigue en pareja cada vez más consolidada con Nicolás Occhiato, en lo profesional las oportunidades se multiplican. Flor Vigna lidera su propio programa de entrevistas (Sin filtro, por El Trece), se sumó a la conducción de Redes por ESPN (con Juan Marconi y Migue Granados) y sigue recorriendo el país con Abracadabra. En la obra de teatro comparte elenco con Peter Alfonso (con quien ganó la edición del “Bailando por un sueño” del año pasado) y sigue cautivando en la pista del programa de Marcelo Tinelli. Agustín Casanova, el cantante estrella de Márama, ya se mudó a Buenos Aires para empezar a ensayar con ella. Y por si no le sobraba adrenalina a su vida, el debut de Mica Viciconte en el concurso -enemiga íntima desde Combate- volvió a actualizar lo que parecía una batalla olvidada.
Cuánta energía se pierde atajando rumores de un lado y del otro. Esta semana Lucas Velasco aseguró que salió con ambas participantes y aunque ninguna de las dos se hizo demasiado cargo, la pelota quedó dando vueltas. Ni hablar del escándalo que protagonizaron hace unos días a la salida del Canal 13 los “micaelistas” (fanáticos de Viciconte) cuando se trenzaron con el novio de Gladys la Bomba Tucumana, quienes un rato antes de la pelea callejera (que incluyó denuncia en la comisaría) habían estado ninguneándose al aire. “No quiero hablar sobre ese momento. Aunque tendría un montón de cosas para decir, prefiero mantenerme al margen porque no es mi perfil opinar negativamente. Obviamente, mi opinión es negativa”, aclaró Flor.
¿Pero las disputas con Mica forman parte del pasado?, ¿se actualizaron broncas ahora que va a formar parte del “Bailando”?
Está todo re bien aunque vi que estaba fogoneando en algunos portales. Incluso la entrevisté para el programa y me contestó todo sin problemas. No sé. Entiendo que es parte de una estrategia mediática que yo no comparto porque por suerte tengo trabajo y no necesito subirme a ningún tren así.
¿Y sos de generar amistades en el ambiente?
Siempre. Ya sé que Agus (por Casanova) es un copado. Me imagino que vamos a poder construir una buena relación. Creo que es clave tener amigos en el trabajo porque, a veces, los compromisos laborales te obligan a estar lejos de tu familia, incluso de tu pareja, durante semanas. Es fundamental poder hablar con alguien y compartir lo que te pasa. Lo mismo siento con mis amigos de las redes, que son lo más.
Son miles los “vignistas” (tenés más 800 mil en Twitter) que te adoran, pero a veces, cuando no les gusta algo, opinan. ¿Cómo surfeás esa sensación de que cada cosa que digas sea tan mirada?
Lo entiendo como parte de todo. Mis fans son pasionales, como todo el mundo suele serlo en las redes, pero les debo muchísimo a ellos. Nunca tuve ni tengo representante ni manager. Tampoco llegué al medio por ninguna agencia o conocido: las puertas me las abrió Combate y no paré. Y todo eso fue de la mano de la gente, que me salvaba en el teléfono o me recomendaba por Twitter.
¿Y filtrás antes de postear? ¿Pensás antes de subir una foto o más bien lo tuyo es pura espontaneidad?
Me contengo. A veces me da bronca algo y trato de guardármelo para no maximizar un asunto o no contagiar a otros. Prefiero subir cosas lindas. A veces, en las redes se generan esas bolas chimenteras tremendas.
¿Y cómo manejás la tensión del concurso? Son muchas horas de ensayo, un jurado que suele ser cruel, la mirada del otro, la exposición…
Sí, es exigente, pero para todo lo que hago me preparé. Además, este año, que tengo la suerte de tener tantos laburos, puedo equilibrar los focos de atención y eso hace que todo se sobrelleve mejor. De hecho, no tengo tiempo libre, pero no lo extraño: sé que vale la pena todo el esfuerzo que estoy haciendo, estoy trabajando de lunes a lunes e intento vivir con la mayor alegría posible cada laburo.
¿Y por dónde te gustaría que siguiera tu carrera?
A pesar de que la conducción me está encantando y me gustaría crecer en ese rubro, actuar es lo que más disfruto. Por eso me puse tan contenta cuando este año me llamaron de Pol-ka (para Quiero vivir a tu lado). Fue un personaje muy chiquito pero que fue creciendo porque me fueron dando más letra y más capítulos. El baile también me gusta desde muy chiquita.
Dicen que armabas coreos en el living de tu casa y les insistías a tus amigas para que te miraran…
Sí, no sólo las molestaba a ellas sino que cuando inventaba mi propio show era para que me viera también toda mi familia. Los citaba a todos en mi casa y les exigía que se sentaran a verme (se ríe). Después cuando tuve la oportunidad conseguí una beca en la escuela de Julio Bocca, pude invitar a muchísima más gente a verme a la muestra.
Cambiando de tema, ¿qué aspectos de tu personalidad intentás cambiar todo el tiempo?
Me encantaría ser menos ansiosa. Soy tremenda. Quiero que las cosas me salgan siempre ya, y obviamente todo lleva su tiempo de preparación y maduración. Eso lo aprendí este año.
¿Y de qué te sentís orgullosa de vos misma?
Del hecho de tener muchísima voluntad para las cosas que me gustan: me considero muy productiva, estoy siempre haciendo cosas, produciendo y generando ideas. Y está buenísimo, porque ahora tengo trabajo, pero cuando no lo tuve supe creármelo. Aunque es cierto que también puede ser negativo porque es lo mismo que a veces hace que me cueste dormir, es bárbaro porque es uno de los motores que me hace crecer.