¿Sabías que la radiación solar también puede dañar el pelo?
Siempre compartimos consejos para saber cómo cuidar nuestra piel del sol: lo que no se sabe tanto es que es un agente externo que también afecta el pelo.
¿Cómo? Afectando los tres principales componentes del pelo, que son las proteínas, los lípidos y el agua.
-Bajo la luz UV las proteínas se fragmentan y los aminoácidos que las componen se transforman en derivados más débiles. El aminoácido que se encuentra en mayor proporción en nuestro cabello es la cistina, que se puede degradar ante la exposición solar y los tratamientos químicos, a diferencia de otro tipo de aminoácidos presentes que se deterioran por la edad.
-En cuanto a los lípidos presentes en el pelo, son los que le proveen lubricación, brillo y forman una barrera protectora. La exposición solar oxida algunos de estos componentes grasos, debilitando la capa protectora y dañando la cutícula, que es la parte externa del cabello.
-Con respecto a la hidratación, el sol evapora el agua. Como ya mencionamos que la capa lipídica que mantiene el agua se descompone, como resultado, aparece el frizz y el pelo se torna seco y quebradizo.
Los efectos del sol sobre el color y la coloración del cabello
Pelo natural: el pelo claro tiene naturalmente tienen menos melanina, lo que los hace más susceptibles al daño solar, que se manifiesta en el aclarado de medios y puntas. En pelo oscuro este aclarado se vuelve anaranjado o rojizo, dependiendo de la pigmentación de origen.
Cabello con coloración: el efecto solar sobre los pigmentos es inminente, ya que son moléculas fácilmente oxidables que cambian su color a un rojizo, naranja y amarillo, según la pigmentación de base de la persona.
Pelo con canas: por tratarse de cabello sin melanina, cuentan con un aminoácido llamado triptofano que, en contacto con la radiación solar, se oxida dando esa tonalidad amarillenta tan molesta.
Cuero cabelludo: el sol también lo puede afectar, aún más en casos de alopecía. En el peor de los casos, puede aparecer cáncer de piel, manchas, caída por debilitamiento y alteración de la microbiota del cuero cabelludo, al afectar su equilibrio natural. Esto puede decantar en seborrea o caspa, por ejemplo.
Antioxidantes, los aliados de la protección solar
Los famosos «radicales libres» son moléculas químicas inestables que perdieron un electrón, generadas por nuestro sistema inmune para ayudar a combatir las agresiones externas.
La reacción foto química (en relación a la radiación UV) es una de las más comunes, pero a la vez la que más acelera el envejecimiento del cabello.
Como son los antioxidantes los que los combaten, se conocen como “moléculas generosas”, ya que les donan los electrones perdidos a los radicales libres, neutralizándolos y cortando la reacción en cadena que se conoce como estrés oxidativo.
Los antioxidantes más importantes son las vitaminas C y E , presentes de manera natural también en ingredientes, como en el aceite argán y el de lino, entre otros.
5 pasos imprescindibles para cuidar el pelo en verano
1- Antes del sol
Siempre es preferible que el cabello este húmedo y apliques algún producto que actúe como escudo (crema para peinar, bálsamo acondicionador, por ejemplo) ante el y el agua, mitigando tanto el daño que puedan producir.
Por ejemplo, una pantalla capilar formulada con proteínas vegetales y filtro solar UV, que hidrate, nutra y genere un escudo de protección ante las agresiones ambientales externas (Biferdil Línea Tiempo Libre).
2- Durante la exposición solar
Es aconsejable optar por productos capilares con protección, como pantallas, protectores térmicos con filtro UV, cremas para peinar e incluso óleos, con ingredientes antioxidantes como los mencionados anteriormente. No olvides reaplicarlos si son muchas las horas de exposición, ya que los productos se van evaporando.
El óleo de Argán tiene propiedades antioxidantes previenen el envejecimiento prematuro del cabello e impiden su oxidación. Acondiciona y brinda protección frente a los agentes externos y contaminantes que pueden dañarlo.
Podés sumar gorras, sombreros y pañuelos, que también ayudan a proteger el pelo y el cuero cabelludo.
3– No temerle al lavado diario del pelo
Desmitifiquemos que el lavado diario del cabello es malo. Al bañarse en el mar o en la pileta, el pelo queda expuesto al salitre y al cloro, que se recomienda retirar del pelo.
Elegir un buen shampoo es clave, que complementaremos con balsam (Biferdil línea Biocolor 0%) y productos sin anjuague, para que continúen actuando.
El shampoo Alta Pureza de Biferdil con fórmula libre de sulfatos tiene tensioactivos (derivados del coco y olivo) limpia en profundidad de manera delicada cuidando y respetando el pH natural del cuero cabelludo.
Los óleos y sérums son excelentes aliados, tanto como las cremas y sprays para peinar (Nutri Serum Reparador de Puntas con Vitamina E, que contribuye a unificar el relieve de la cutícula capilar dañada devolviéndole al cabello su estructura original. La vitamina E actúa como poderoso antioxidante ante las agresiones externas).
4-Ritual semanal
Al menos una vez a la semana podés realizarte una mascarilla post lavado.
Es necesario que el pelo esté limpio y bien escurrido para que penetren bien en la fibra capilar. Se aplican mecha por mecha, masajeando suavemente en medios y puntas. Dejar actuar entre 5 y 10 minutos, enjuagala y procede al peinado habitual.
En el caso de cabellos rubios o con coloración, las máscaras matizadoras con pigmentos neutralizan la oxidación del color, evitando los tonos indeseados (Biferdil línea Matizadores).
También podés recurrir a las ampollas, incorporando así activos más específicos según tu necesidad: resequedad, falta de brillo, nutrición etc. (Biferdil Ampolla 011 Rosa Mosqueta, rica en ácidos grasos esenciales, reestructura la cutícula y fortalece la fibra capilar, devolviéndole el brillo y la nutrición a los cabellos secos o resecos)
5- Peinarlo y secarlo con cuidado
A diferencia de la creencia popular, el cabello es más frágil cuando está húmedo. Por eso, hay que desenredarlo con suavidad de abajo hacia arriba, usando productos sin enjuague que faciliten el peinado (sobre todo, si es largo). Podes ayudarte con un peine de dientes anchos, evitando así el quiebre.
Para secarlo de manera natural y al aire, podés envolver toda tu melena con una remera de algodón que ya no uses, un turbante o toalla de microfibra, que ayudan a retener la humedad evitando el frizz.