Por qué es tan importante hablar de la salud cardiovascular y qué debemos tener en cuenta para vivir más saludables.
La hipertensión arterial es una de las enfermedades cardiovasculares más comunes
¿Cuáles son las enfermedades más comunes?, ¿qué tratamientos se realizan?, ¿cómo cuidarlo? ¿Qué aconsejan para llevar adelante una buena calidad de vida y evitar su deterioro?. “El corazón tiene la función de bomba: se contrae para inyectarle sangre al cuerpo a través de las venas y arterias y se relaja para llenarse y generar un volumen necesario de flujo sanguíneo que llegue a todos lados”, explica el Dr. Frágola.
El corazón es un órgano formado por un tejido muscular compuesto de 3 capas. El pericardio, una lámina que lo envuelve por fuera; el miocardio, el músculo cardíaco encargado de impulsar la sangre por el cuerpo mediante su contracción; y el endocardio, una capa fina que lo recubre por dentro.
Existen muchas enfermedades cardiovasculares que afectan al corazón. Las más importantes son la hipertensión arterial, que es el aumento de la presión de la sangre en las arterias. Esto impacta en el corazón porque al momento de enviar sangre a los conductos sumado a la alta presión se genera una resistencia al flujo. El Dr. Frágola comenta que , “como consecuencia, esta enfermedad afecta la capacidad del órgano para bombear correctamente ya que las arterias tienen una circulación limitada. Esto genera mecanismos compensatorios que desencadenan una inadecuada relajación y contracción del órgano. La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa que habitualmente no da síntomas hasta que impacta en el órgano blanco. En este caso, es muy importante hacerse los controles periódicos de salud en donde el médico toma la presión y realice algunas evaluaciones básicas del perfil lipídico, colesterol para prevenir futuras complicaciones”.
De la aterosclerosis al infarto o ACV
Otra de las enfermedades más habituales es la cardiopatía isquémica, una afección donde las arterias coronarias se tapan por aterosclerosis, entonces no logran llevar sangre al músculo cardíaco, por tanto, el corazón no tiene fuerza contráctil. “Esto genera una baja en su función e incluso, si hay muy poca sangre que llega al corazón y se mueren las células” , esta descripción remite a lo que comúnmente llaman infarto que puede ser un proceso crónico o agudo”, explica. Los síntomas son el dolor torácico, la disnea (la falta de aire o la sensación de falta de aire) y puede haber palpitaciones o desmayos como síntomas cardiovasculares.
A su vez los Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) pueden desencadenarse también por una arritmia o una fibrilación auricular. En este último caso la aurícula, que es una parte del corazón, se contrae muy desordenadamente generando una rémora sanguínea que da como resultado la formación de pequeños coágulos que luego pasan al ventrículo y son enviados a la circulación periférica. Si los coágulos van al cerebro pueden generar un ACV.
Es importante diagnosticar las enfermedades cardíacas para tratarlas
Los resultados de las pruebas para diagnosticar la insuficiencia cardíaca ayudan a los médicos a determinar la causa de cualquier signo y síntoma y a su vez poder decidir un plan de tratamiento.
Entre los estudios más comunes, después de la exploración física en la consulta con el profesional, se solicitan las siguientes pruebas:
- Análisis de sangre.
- Radiografía de pecho.
- Electrocardiograma.
- Ecocardiograma.
- Prueba de esfuerzo.
- Exploración mediante tomografía computarizada del corazón.
- Imágenes por resonancia magnética.
“Cuando sucede alguno de estos episodios, ACV o infartos, se pueden aplicar tratamientos específicos. Básicamente el objetivo es desobstruir la arteria que se ha tapado a través de diferentes mecanismos: fármacos que diluyen los trombos, o intervenciones invasivas donde se vuelve a abrir la arteria por procedimientos percutáneos o por hemodinamia”, detalla el Dr. Ortíz Frágola.
Recomendaciones para cuidar el corazón
Las enfermedades cardíacas son más fáciles de tratar cuando se detectan a tiempo y sobre todo es importante consultar con un especialista si existen antecedentes familiares con estas patologías. En este sentido el cardiólogo agrega que “prevenir el infarto es mucho mejor para los pacientes que para el sistema tener que tratarlo”.
Consejos para tener un corazón saludable:
Realizar controles periódicos con el médico de cabecera.
Cuidar la alimentación evitando las dietas occidentales cargadas de grasa y sodio excesivos.
Realizar ejercicio físico, es muy beneficioso para el aparato cardiovascular.
Evitar el tabaquismo.
Tener un buen descanso.
Evitar el estrés.
Todo esto explica el sentido de la frase “no hay que hacerse mala sangre” porque consiste, justamente, en que “cuando alguien se estresa la sangre se vuelve mala, se pone procoagulante y esto favorece la aparición de infartos”,cierra.
La capacitación y buen uso del desfibrilador, salva vidas
La Ley N° 27159 tiene como objetivo regular un sistema de prevención integral de eventos por muerte súbita en espacios públicos y privados de acceso público a fin de reducir la morbimortalidad súbita de origen cardiovascular. Para ello es importante que cada espacio disponga de desfibriladores externos automáticos DEA.
“Es un dispositivo electrónico portátil con capacidad para diagnosticar fibrilación ventricular o taquicardia ventricular. Emite la señal de alerta para la aplicación de una descarga eléctrica que restablezca el ritmo cardíaco normal”, explica Tomás Piqueras, CEO de Centros de Servicios Hospitalarios (CSH).
Y agrega, “es importante promover la accesibilidad de toda la población a la resucitación cardiopulmonar y a la desfibrilación con estos equipos en espacios públicos y privados y concientizarlos sobre la importancia de los lugares cardioasistidos para incentivar la cadena de supervivencia. Para ellos es necesario que las personas tengan acceso a la información sobre primeros auxilios, maniobras de resucitación cardiopulmonar básica y desfibrilación automática externa. Todos pueden aprender qué hacer en caso de una muerte súbita y no es necesario ser médico, médica o tener una ocupación relacionada con la salud para poder ayudar a los demás”.
Todo espacio cardioprotegido dará por manifiesto que posee desfibriladores externos automáticos y personal capacitado para usarlos. No se requiere de mucho entrenamiento y cualquier individuo con una breve charla de una hora puede entender su funcionamiento y aplicación. Utilizar un DEA y hacer una reanimación cardiovascular aceptable y efectiva puede salvar vidas.
La Ley Nacional N°26835 de Promoción y Capacitación en las Técnicas de Reanimación Cardiopulmonar Básicas promueve acciones para la toma de conciencia sobre la relevancia social de difundir y aprender las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) con carácter voluntario, altruista, desinteresado y solidario. Se desarrollaron capacitaciones para estudiantes y docentes de los últimos años del Nivel Secundario en técnicas básicas de RCP, en maniobras de desobstrucción de las vías respiratorias y en el uso del Desfibrilador Externo Automático (DEA).
«Es importante estar alertas y poder distinguir cuáles son los síntomas que presenta una persona que se encuentra en paro cardiorespiratorio. Ellos son: estado inconsciente (no responde a ningún tipo de llamado), no respira y que no tiene pulso. En ese contexto, los desfibriladores son una herramienta muy importante. Se usan en el extremo más grave de toda la patología cardiovascular, que es el paro cardiorrespiratorio”, comenta el Dr. Ortíz Frágola.