Como acostumbra con cada disco, el legendario ex Redondito salio del aislamiento para hablar de su nuevo material, al igual de algunos trapitos al sol que siempre suele sacar. Escucha lo que dijo en esta nota.
“Pajaritos bravos muchachitos”, está pronto a salir a la venta, fue por eso que el enigmático cantante rompió el silencio, en el programa que para el ya es casi una cabala.
Aprovechó además, para contarle a Mario Pergolini acerca de lo que será este cuarto álbum de estudio, de sus shows, del tema que hizo con algunos músicos que formaron parte de los Redondos, y de los temas de su ex banda.
“Quiero aprovechar este espacio para disculparme con todos aquellos a los que les dije que ‘no’ a una entrevista o algo de eso en función de que me había comprometido públicamente a hablar sólo por las canciones, pero con vos hace años que hay como una cábala de que presentes el disco un par de días antes y no quise romper con eso. Además, cuando uno está al aire en directo uno dice y se hace cargo de lo que dice, en cambio con la prensa escrita se pone más difícil“, manifestó en referencia a la última entrevista que le dio a la revista Orsai.
En cuanto a la invitación que les hizo a Walter Sidotti, Semilla Bucciarelli y Sergio Dawi, sus amigos e integrantes de «Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota», a quienes incluyó en la grabación de “La pajarita pechiblanca”.
“Por mí los hubiera invitado en el primer disco. Pero cuando te separás, no queres ejercer ningún tipo de presión ni demagogia. Así fue pasando el tiempo y, después de tres discos exitosos, buenas críticas y recitales multitudinarios, estoy liberado de eso. Y como estamos en buenos términos fue un reencuentro con los amigos“, destacó.
Como es su costumbre, cada vez que Carlos habla, lo hace desde su osca sinceridad, en este caso, le contó a Vorterix que por una cuestión más que nada de logística, solo puede tocar tres veces al año. “Aunque parezca que toco poco no tengo tiempo, la logística de mi show lleva demasiado tiempo”, reveló.
Y añadió que ya no tiene el “aguante” de la juventud. “La jarana de la década del 70 me pasa factura, por eso toco poco. Tengo un problema en un disco y cada que hago un vivo me tengo que tomar dos diclofenac antes, sino tocaríamos cinco o seis veces por año en lugar de dos o tres”, explicó.
En lo que respecta a su último recital, observó que “el show de Mendoza fue el más desprolijo que hice en mi vida, arriba del escenario fue bravo”, y agregó que le gustaría tocar en salas más chicas.
“Extraño todo, extraño los teatros, los pubs, pero todo es parte de un juego de la imaginación”, dijo. “Me gustaría tocar en un teatro, pero se hace más difícil. En estos casos, el público mío no es muy respetuoso. No se respeta un cartel de sold out: van igual y quieren entrar sin entradas. El público es chichonero”, criticó.
Además, Solari destacó como se realiza la elección de los temas que toca en cada show y, en particular, sobre los dichos que despiertan que él siga tocando canciones de «Los Redondos».
“Lo que yo toco son todas mis canciones, los temas no son de los Redonditos, son míos. No hay una sola letra que no sea mía. Yo toco todas mis canciones. No puedo tocar todo del último material. Pero con Los Redondos hicimos como diez discos y yo tenía tres hasta ahora, entonces hay muchos temas de Los Redondos que disfruto hacer con esta banda que suena bárbaro. Pero no hay ninguna puta canción que no sea mía, así que tengo derecho a usarlas cómo y cuándo quiero. Realmente, a veces le pido a los músicos que me manden lo que tienen ganas de tocar, muchos han sido fan de los Redondos y así es cómo elijo el material a tocar en los directos”, declaró.
Escucha la entrevista completa a continuación: