Homenajearon a Los Auténticos Decadentes en la previa de los Premios Gardel

La industria discográfica argentina reconoció a la banda por su contribución a la música popular.

La 21ª edición de los Premios Gardel será especial por muchísimas razones: traslado a Mendoza en un intento de federalización, atención a nuevos valores y modos de consumo de  música y respeto por lo independiente.

Las horas previas a su realización merecen un lugarcito en la enumeración. Es que en la tardecita del lunes la cámara de productores fonográficos (Capif), que instituyó este reconocimiento hace 20 años, le rindió tributo a Los Auténticos Decadentes, un proyecto de música estimulante que lleva más de 30 publicando discos y sembrando hits.

Un proyecto, en definitiva, que se hizo fuerte en momentos gloriosos de la venta de música tangible pero que también ha sabido sobrevivir a las crisis terminales del sector.

Todo pasó en la bodega mendocina Dante Robino, en el marco de un evento con toda la pompa, en el que convergieron músicos, periodistas y agentes clave de una industria discográfica que quiere mostrarse vital.

“¿Alguien puede estar en desacuerdo con este premio?”. La pregunta retórica surgió de boca de Guillermo Castellani, presidente de Capif, en su discurso previo a la entrega de la plaqueta al cantante “Cucho” Parisi, ataviado con un traje imperial a lo Freddie Mercury.

Castellani luego destacó que esta banda no reconoce límite estilístico y que conjuga como muy pocas talento, trayectoria y vigencia.

Tiene razón el directivo. Nada más inclusivo que Los Auténticos Decadentes; nada más marcado a fuego que esos temas profundos sobre vivencias simples que acompañan nuestros devenires cotidianos, publicados en discos con concepto y desparpajo.

Esas canciones resisten el paso del tiempo y cualquier enfoque productivo, tal como quedó demostrado cuando en el patio un cuarteto de cuerdas tocaba en loop una lista de temas formada por La guitarra, Un osito de peluche de Taiwán, Los Piratas y Corazón.

Mientras eso sucedía, a un costado contemplaba el concierto Jorge “Perro” Serrano, con el pecho inflado por el orgullo al notar que su obra lo ha trascendido todo.

Fuego sagrado

Si se trata de Los Auténticos Decadentes, nada puede ser solemne y aburrido. No fue la excepción la celebración de su obra por parte de Capif: los músicos llegaron en una autobomba con sirena en funcionamiento y, apenas terminaron algunas entrevistas pautadas, pasaron a un depósito de barriles para un show que no hizo más que corroborar que aquí no hay corsés de ningún tipo.

De la extensa lista ofrecida, sólo el primero (Somos) y el último tema (Y la banda sigue), no tuvieron un amigo invitado. El resto, en cambio, contribuyó a un happening de la desmesura y el compañerismo, en el que hubo lugar para Juan Taleb y Martín y Diego Pampiglione de Los Caligaris (cantaron El pájaro vio el cielo y se voló) y para Sol Pereyra (se cargó Amor, el simple que en el MTV Unplugged interpreta Mon Laferte).

Cuando en una nota sobre esta formación se usa la palabra “inclusivo”, es para acercarse al rigor. De hecho, en este festejo Los Deca invitaron de los salteños Chaqueño Palavecino (Cómo me voy a olvidar) y Nocheros (El gran señor) a los mendocinos Usted señalemelo (Sigue tu camino) y Marciano Cantero (El Enanito Verde tiró pasos y cantó el estribillo de La guitarra).

En el medio de esos gentilicios hubo lugar para congéneres (Mimi Maura y Sergio Rotman), cancionistas (Manuel Moretti), tangueros (Raúl Lavié) y cumbieros (su majestad, Pablo Lescano).