La actriz estrenó su nuevo tema y la polémica no tardó en llegar.
“Lo mío es cosa mía, lo tuyo fantasía, a veces no se que hacer cuando se quieren meter, está mi cama vacía. Me llama mi familia, leyeron las noticias, no saben mas qué decir, atrás de un falso perfil se esconden todos los días. Me llenan de espinas, a veces quiero escapar, para olvidarme de todo”, comienza la letra de “Lo que dicen de mí”, la nueva canción de la China Suárez en la que hace una clarísima referencia a todo lo que sintió el año pasado en lo que se denominó Wandagete. Sin embargo la polémica no estuvo puesta en la letra de la canción ni en su contexto, sino en la melodía.
La actriz que se está lanzando como cantante fue acusada en las redes de tomar fragmentos de canciones ya existentes para la suya. Puntualmente los internautas dijeron que había tomado compases de “Flaca” de Andrés Calamaro, de “Flores Amarillas” de Floricienta y de “Todas Tus Canciones” de Daniela Herrero para ponerlas en su tema, que promete ser hit.
Uno de los primeros en referirse a la denuncia en redes por plagio fue el propio “salmón”, quien aseguró que entre ambas canciones “son mas las diferencias que las coincidencias”. Y agregó: “‘Flaca’ está grabada el siglo pasado, es lícito grabar algo parecido. ‘Flaca’ no es una canción pop ni una canción; es un groove muy bien tocado, con vientos y sintetizadores, con guitarra wah wah, Coral Sitar, rítmica… Es un instrumental con voces grabada. La primer melodía de bronces marca un poco la secuencia de acordes, pero al final se mueve por las novenas y las cuartas; tiene otra complejidad siendo funk. La gracia de ‘Flaca’ es que la letra no importa, es una ilustración; la letra la tienes los bronces, el ritmo y las alteraciones de la coda (cola)”.
Más allá del veredicto del artista señalado en las redes como el “damnificado”, ¿hubo o no plagio?, hasta el momento no llegó ninguna denuncia a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC). Aunque esa es solo una de las vías posibles para denunciar una copia ya que, al tratarse de un delito penal, en paralelo se puede realizar la acusación correspondiente ante la Justicia.
“Plagiar” es “copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias” según la Real Academia Española. Pero, ¿Cuándo sucede? Hay un mito que dice que una melodía fue “plagiada” cuando coincide con la cuestionada en ocho compases o más. Sin embargo, eso no es necesariamente así. Guillermo Ocampo, director de SADAIC, explicó: “No es verdad lo de los ocho compases. Un tema puede tener solo tres compases igual y esos ser una parte fundamental de la canción, entonces se considera que hubo plagio, o puede tener muchos más y no ser entendido así”.
Al tratarse entonces de algo “opinable” para que una obra sea considerada plagio hay que comprobar la “intencionalidad” del mismo. En caso de que alguien lo crea, puede hacer la denuncia por la vía penal -delito contemplado por la ley 11.723 que regula todo lo relacionado con la propiedad intelectual- o en SADAIC. “Nosotros hacemos el análisis y vemos si se considera que hay o no similitud, pero no calificamos, no somos autoridad de resolución”, explicó Ocampo. Agregó, además, que la sociedad lo que hace en esos casos es acercar a las partes en pos de un acuerdo, pero que es la Justicia la que impone penas en caso de que se considere que hubo efectivamente plagio.
Por otro lado, la denuncia pueden realizarla terceros “ya que es un delito de acción pública” pero solo prosperará si el autor (interesado damnificado) de la misma la continúa.
Es decir, que no hay una regla que sirva para establecer si una melodía fue o no plagiada, sino que serán un conjunto de factores los que lo determinen. Es por eso que se pueden presentar otro tipo de pruebas que apoyen la acusación. ”Por otro lado, aunque no sería este el ejemplo, está el plagio de la letra, en cuyo caso también se evalúan varias cosas, no solo la cantidad de palabras iguales entre una obra y la otra, sino también el concepto general y el rol que dichas frases ocupan en la canción”.
No es la primera vez que la China Suárez es acusada de hacerse con una obra ajena, aunque nunca ante la Justicia. El año pasado cuando sacó su colección de ropa deportiva la diseñadora venezolana, Clarissa Egana remarcó el parecido de sus modelos, con los de la actriz. “No solo ella, muchas de estas influencers con millones de followers creen que el trabajo que hacen las marcas independientes no tiene valor y lo toman como si nada para hacerse llamar diseñadoras. Es una lástima y hacemos lo que podemos para evitarlo, pero (estamos) enfocados en seguir adelante y diseñando algo nuevo que sin dudas será copiado una y otra vez”, escribió en sus redes
Egana, muy contundente, había agregado: “Ningún diseño que se parezca al nuestro ha sido licenciado. Los seguidores que tienen aprecio al que plagia dicen que el que copió fue uno, que es imposible, por una cuestión temporal. O que uno permitió por licencia que tomen eso. Queríamos dejar en claro que no fue así”.