En conmemoración del Día Nacional del Celíaco, quienes padecen la enfermedad exponen las conquistas que lograron en el país y los problemas con lo que aún deben enfrentarse al momento de algo tan básico y esencial como lo es la alimentación.
Una persona celíaca no tolera alimentos que contengan gluten, presente principalmente en harina de diversos cereales como trigo, cebada, centeno y avena. Esta enfermedad es genética y crónica, puede declararse en la infancia o incluso en la adultez. Los síntomas varían según cada persona, principalmente se trata de problemas en el intestino que generan anemia y diarreas, y además puede causar dolor de cabeza, sarpullido en la piel y en algunos casos abortos espontáneos.
La dra. Patricia Aguirre, jefa del Servicio de Alimentación del Hospital Regional explicó que “la afectación es en el intestino delgado, que es el que se encarga de absorber los nutrientes. En los celíacos la presencia del gluten desencadena una serie de reacciones alérgicas que hace que el intestino se lastime, se enferme y deje de absorber nutrientes y la manifestación es en forma de desnutrición”.
Ley de Celiaquía
El 5 de mayo de 1997 miles de personas se manifestaron a favor de la sanción de la Ley de Celiaquía, motivo por el que se conmemora el Día Nacional del Celíaco en Argentina. La ley 26.588, que rige en la actualidad fue aprobada en el año 2009 y es considerada modelo en América Latina. La dra. señaló que la ley reglamenta el rotulado de todos los productos que indiquen su aptitud para celíacos, promueve la educación y difusión de la enfermedad y la incluye dentro del Programa Médico Obligatorio, con lo cual obliga a las obras sociales y medicinas prepagas a cubrir un monto de dinero del costo de los productos que deben consumir, dado que el tratamiento se basa únicamente en la dieta y el valor de los productos es muy elevado, por ejemplo un kilo de harina apta para celíacos cuesta alrededor de $50 y un paquete de fideos más de $20.
A pesar de la existencia de la ley, los celíacos continúan luchando con el fin de mejorar su calidad de vida, ampliar las posibilidades de acceder a los alimentos y difundir información en la comunidad para generar conciencia sobre la importancia y las consecuencias de la patología.