Después de que la Organización Mundial para la Salud incluyera al mate en su lista de probables cancerígenos, un estudio científico avalado por dicha casa de estudios declara a la yerba mate como una rica fuente de antioxidantes beneficiosos para la salud.
La investigación realizada por la Universidad Nacional de Córdoba arrojó interesantes resultados, como por ejemplo que la forma en que consumimos normalmente la yerba mate, garantiza la incorporación de compuestos antioxidantes.
Los encargados del trabajo de campo fueron los investigadores del Instituto Superior de Investigación, Desarrollo y Servicios en Alimentos (ISIDSA) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Las yerbas estudiadas, además de la yerba, fueron la menta, poleo, peperina y melisa, siendo la yerba mate la que mayores propiedades antioxidantes acumuló, constituyendo así una manera fácil y económica de incorporar este tipo de compuestos a nuestra dieta alimentaria.
Además, se estableció que su consumo favorece lo relacionado con el sistema nervioso central. Sugiriendo que el mate podría ser útil para el tratamiento de trastornos de atención, emocionales y de alimentación, depresión enfermedad de Parkinson, hipertensión, abuso de sustancias y síndromes de abstinencia.
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