El gobierno confirmó ayer que las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares recibirán un aumento nominal de 10,74% en junio. Se trata de un número similar al de la inflación que se espera para la totalidad del actual trimestre, por lo cual la suba en esos ingresos no mostrará una recuperación significativa en términos reales, incluso tras la fuerte caída de 10,7% que sufrieron durante los últimos tres años.
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza todos los meses el BCRA a partir de una encuesta con analistas de la city, la inflación acumulada del primer semestre sería de 23,3%. Por el otro lado, en la primera mitad del 2019 las jubilaciones habrán recibido dos aumentos: uno de 11,83% en marzo y en junio otro de 10,74%. Eso implica una suba nominal acumulada de 23,84%.
En definitiva, la variación real sería de apenas 0,4%. En cambio, según cálculos recientes de la Universidad de Avellaneda, la contracción real acumulada de las jubilaciones medias entre diciembre del 2015 y marzo del 2019 fue de 10,7%. Es decir, hasta marzo las jubilaciones perdieron y por mucho contra la inflación y ahora sólo empatarían. Pero además el dato viene con dos salvedades: en primer lugar, que el REM del BCRA es conocido por su optimismo y sus correcciones al alza. En segundo lugar, que las jubilaciones empatarán recién en junio a la variación de precios, siempre que se dé el supuesto optimista del REM, pero hasta que llegue junio la inflación les irá generando una pérdida mes a mes. Por ejemplo: si hoy el Indec confirma una inflación en torno a 4%, durante abril las jubilaciones habrán caído 3,9% en términos reales. Para que los jubilados recuperaran ese dinero que perdieron en abril, el aumento anunciado ayer debería haber superado por mucho a la inflación del primer semestre.
Un informe del CEPA acerca de la dinámica de aumentos jubilatorios afirmó al respecto: “Esto da por tierra con las menciones del Gobierno de la recuperación del poder adquisitivo de las jubilaciones en este periodo. Como mencionamos en varias oportunidades, la recuperación del poder adquisitivo dependía de la reducción de la inflación, cosa que en virtud de los datos actuales, no se produjo”. Además el informe del CEPA destacó que el cambio de la fórmula con la que se realiza la actualización jubilatoria (la novedad fue que incluyó a la variación de los salarios, los grandes perdedores de las grandes devaluaciones, en el cálculo) generó una pérdida de 3,5 puntos en esos ingresos.
“En definitiva, en el semestre, la inclusión de la variación de los salarios en la fórmula hizo perder a los jubilados $1.584 en los seis meses de vigencia”, concluyó el informe, que además estimó que en 2019 las jubilaciones terminarán al menos 12,3% por debajo de los niveles reales de 2015. Y podría ser peor si la inflación del año trepa hasta 45%, como prevén algunos analistas.
El comunicado publicado ayer por Anses precisó: “A partir del 1° de junio, más de 13,2 millones de personas recibirán un aumento del 10,74% en sus haberes. De ese total, más de 6,9 millones corresponden a jubilaciones y pensiones; más de 1,5 millones a Pensiones No Contributivas (PNC) y Pensiones Universales para el Adulto Mayor (PUAM), más de 4,8 millones a Asignaciones Familiares (AAFF)”. Y agregó: “Con este segundo aumento anual, la jubilación mínima pasará de $10.410,37 a $11.528,44 desde junio y la PUAM ascenderá de $8.328,29 a $9.222,75.”